El TioVivo
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A 3 años de gobierno, todos los ejercicios en los que se ha medido la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador, le dan una innegable aprobación por el grueso de la población consultada. Si bien, no es el mismo nivel que tenía al inicio de su gestión –el poder desgasta-, su grado de popularidad es muy elevado para un gobernante a la mitad de su mandato.

Siempre hemos sostenido que AMLO tiene a su alrededor un blindaje que lo protege de todo ataque. Su imagen aguanta embestidas que desde diferentes frentes recibe, incluso desde el interior de su propia estructura de gobierno y de su familia, que sujeta a un gran escrutinio público y con cierta proclividad al dinero, han puesto en evidencia que nadie está exento de manchas, pero a pesar de todo, poco se ha mermado la imagen del presidente.

Andrés Manuel es un experto en campañas, sabe qué decir en el momento preciso y a quién señalar de la manera más efectiva. Así lo ha hecho durante prácticamente 30 años y eso le ha dado resultado. Hoy su discurso ha variado poco, no hay razón para cambiarlo, sigue acusando a los mismos de lo mismo, repartiendo culpas y generando enemigos, incluso entre quienes en el pasado reciente fueron sus aliados.

La estrategia le ha funcionado a la perfección, las mayorías en México no lo culpan de lo que actualmente pasa en México. Si la encuesta que se publicara fuera la de la percepción que la gente tiene de su situación económica familiar, la respuesta no le sería tan favorable al régimen. Es decir, la sociedad no se siente mejor que antes, no percibe alguna mejoría en su situación particular y no ve que el futuro sea halagüeño.

¡Pero de eso, no culpa al presidente! Responsabilizan al pasado neoliberal tan aludido en las mañaneras y nadie reflexiona que a 3 años de gobierno, algo al menos debió de mejorar. La esperanza, dice la sabiduría popular, muere al último y muchos esperan que con las obras de Dos Bocas, el Tren Maya y el corredor Transístmico en la región sureste las cosas vayan a mejorar y ese sentimiento es válido, pero para que eso ocurra, aún falta tiempo.

Los indicadores de desarrollo y de combate a la pobreza tienen “otros datos”, pero esos números al presidente de la cuarta transformación, le hacen lo que el viento al presidente de la segunda, está blindado…

Antes de bajarnos del caballito…

¡Bienvenido diciembre! Villahermosa luce casi como en la época de los gobiernos de antes de Núñez. Se agradece el detalle de fomentar el espíritu navideño, aunque los problemas del agua potable, sigan persistiendo…