Columna invitada
TABASCO POLÍTICO
Por: José Luis Gutiérrez
El ex mandatario Andrés Rafael Granier Melo y todos los de su ex equipo de trabajo que fueron injustamente encarcelados deben de proceder legalmente contra su ex par, Arturo Núñez Jiménez; el ex fiscal, Fernando Valenzuela Pernas; el ex presidente del Tribunal Superior de Justicia, Jorge Priego Solís y a la ex juez, Guadalupe Cadena.
Moral, política y por justicia están obligados a hacerlo.
Hasta mucho se han tardado en demandarlos.
Después de todo fueron puesto en libertad, ya que, a ninguno de ellos, se les pudo comprobar absolutamente nada. Sus abogados demostraron con pruebas contundentes que no eran culpables de los delitos dolosos que fabricaron desde la fiscalía y que cobarde y ruinmente avaló Guadalupe Cadena y Jorge Priego Solís.
Obviamente, por instrucciones precisas de la pareja infernal de Arturo Núñez Jiménez y Martha Lilia López Aguilera, tal y como hicieron con los tres presuntos secuestradores que sacó a la luz pública el excelente documental “duda razonable” de la plataforma de streaming Neflix.
Ni este abuso ni el de Granier Melo y compañía, ni ningún otro debe de quedar impune. Si las anteriores autoridades de la procuración e impartición de justicia torcieron grotescamente la ley, deben de ser juzgados y sentenciados apegados al Estado de Derecho.
A todas luces, fue una venganza política del inepto de Núñez Jiménez, de lo contrario, todavía seguirían presos, pero como no lograron fundamentar ninguno de los delitos de lo que los acusaron, fueron puestos en libertad.
A decir verdad, hasta mucho se han tardado en demandarlos. Lo han pensado muchísimo cuando tienen las pruebas suficientes y rotundas no solo para hacerlo, sino para que paguen con cárcel la atrocidad ilegal que cometieron.
Están todavía muy a tiempo, para demostrarle a propios y extraños, que fueron visceralmente sentenciados por motivos políticos no por delitos del fuero común o federal, como vil y cobardemente pretendieron sus verdugos.
Un mal precedente sentarían si no dan ese paso tan trascendental para la vida política y social de Tabasco.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
Atinada la decisión de suspender la Feria Navideña por parte de la alcaldesa de Centro, Yolanda Osuna Huerta.
Hubiera resultado una irresponsabilidad mayúscula no hacerlo. Optó sabiamente por cuidar la salud de sus gobernados, pues con toda seguridad, se habría incrementado el número de contagiados de Covid-19.
Acertadísima su determinación.
¡Ni hablar!