CARTA ABIERTA
La postura del secretario de Gobernación para investigar a exfuncionarios de la Fiscalía General de Tabasco por el caso expuesto en la serie ‘Duda Razonable: Historia de dos secuestros’, ha cimbrado al círculo más cercano al exgobernador Arturo Núñez Jiménez. No es para menos; el primer señalado en la indagatoria es quien fuera el titular de esa dependencia, Fernando Valenzuela Pernas, personaje que ‘casualmente’ reapareció el 31 de diciembre en un hotel de Villahermosa, un día después del anuncio de Adán Augusto.
La indagatoria revelada en la conferencia matutina del presidente Obrador, y teniendo el apoyo del gobernador Carlos Manuel Merino en Tabasco , apunta a “personas que laboraron en la corporación estatal entre los años 2012 y 2018”. Estos habrían cometido irregularidades en el proceso penal de los protagonistas del documental de Netflix. Si bien la Segob está a la espera de que la autoridad judicial emita su resolutivo, hay una petición formal de los abogados de los acusados para que se reponga el procedimiento y la Suprema Corte de Justicia de la Nación atraiga el caso. Además, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha tomado nota para abrir otra pesquisa.
Como todo mundo sabe, la serie revela la historia de Gonzalo, Héctor, Juan Luis y Darwin, acusados de cometer dos secuestros. En el proceso sufrieron torturas en el penal de Macuspana. A tres de ellos los condenaron a 50 años y desde entonces están en la cárcel.
La noticia del secretario de Gobernación tuvo, como era de esperarse, un impacto inmediato en Tabasco. Un día después, Fernando Valenzuela reapareció en el restaurante de un hotel de la capital tabasqueña, aunque evitó responder sobre los señalamientos en su contra. Al ver la presencia de medios de comunicación se retiró sin responder a las preguntas sobre lo que ya se conoce como el ‘caso Valenzuela’.
En febrero de 2019, el entonces fiscal Jaime Lastra Bastar, actual presidente de la Jucopo en el Congreso local, denunció que en el último año del pasado sexenio se ocultaron más de 13 mil delitos.
No es todo. Diversos actores políticos han exigido investigar la gestión de Valenzuela por este y otros señalamientos, como la persecución política de que fue víctima el exgobernador Andrés Granier Melo, su familia, y varios de los funcionarios de su administración, dos de los cuales murieron en la cárcel.
También, gente allegada al fallecido exlíder de la sección 44 del sindicato petrolero, Mario Ross García, lo relaciona con la desaparición, aún no resuelta, de su hijo Mario Ross May, ocurrida en septiembre de 2016 en medio de disputas sindicales con el dirigente José del Pilar Córdova.
A lo largo de su gestión como fiscal, hubo otros casos de sospechoso origen que siguen sin resolverse. En diciembre, el Frente Crítico Estudiantil urgió a la UJAT cesarlo como docente por considerar que durante su etapa como Fiscal General del Estado «se dedicó a operar procesos judiciales que incriminaron a inocentes».
Aunque el secretario de Gobernación no lo mencionó, ha trascendido que igual podría llamarse a declarar al extitular del Tribunal Superior de Justicia, Jorge Priego Solís. Desde su cargo, tuvo intervención directa en la sentencia contra los presuntos implicados en ‘Duda Razonable’.
El desenlace del ‘caso Valenzuela’ es un asunto de Estado desde que el secretario de Gobernación habló al respecto. Y toma múltiples significados por todo lo que implica: ser la tierra del presidente, involucrar a un exgobernador como Arturo Núñez y por ser Adán Augusto exmandatario de la entidad. Más: por tener en puerta la denuncia de Andrés Granier contra lo que, acusa, fue una invención de delitos para tenerlo seis años en la cárcel.
El bumerán lanzado por Valenzuela en el manejo discrecional de la justicia a lo largo de seis años le ha regresado desde el lugar menos pensado, un documental de Netflix, para exhibir sus procederes. La ley se aplicará ahora de forma transparente, poniendo fin a lo que, muchos aseguran, fue una era de terror en el sistema de justicia de Tabasco.