Poder Político
La competencia de Morena en la puja por la Presidencia de la República que habrá de elegirse en voluntad popular el 2 de junio de 2024 seria Movimiento Ciudadano, no los partidos políticos coaligados en Va por México, y perfilan a Luis Donaldo Colosio Riojas, quien recién empezó a figurar en las encuestas de diciembre pasado ya tiene nerviosos a todos los jugadores por lo que representa traer por herencia un nombre y apellidos de peso político, y también por su juventud.
El presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, con irritable actitud reclamó como propiedad del partido la figura de Luis Donaldo Colosio Murrieta, quien siendo su candidato en 1994 fue asesinado ese 23 de marzo en la polvorienta y rezagada colonia Lomas Taurinas de Tijuana, Baja California, prevaleciendo hasta ahora la fundada sospecha sobre un crimen de estado.
El absurdo de desacreditar como un desconocido inmediatamente a quien hoy es alcalde de Monterrey, Nuevo León, evidencia el nivel de inmadurez por parte de quien se entendería que posee el oficio de un líder político, pero no.
En el fondo de la forma hay lógica porque el PRI sería el principal damnificado ante la eventual candidatura perfilada del joven, pudiendo irse con él lo que le queda de militancia y simpatizantes. El partido próximo a cumplir 92 años desde su fundación aquel 4 de marzo de 1929 estaría en seria amenaza de perder la elección del cargo que por 71 años mantuvo como una dictadura; además de no poder revalidar el registro, decretándose su desaparición ante una escasa votación que podría o no superar el 3 por ciento de votación, el umbral mínimo para seguir vigente.
Sin embargo, la descalificación a priori hacia Luis Donaldo quedará muy lejana respecto del juego sucio que le espera en el escenario de ser candidato presidencial, con el antecedente de haber atestiguado la furia de Morena cuando la contienda por la gubernatura de Nuevo León, que ganó Samuel García de Movimiento Ciudadano, aun con la amenaza por denunciarle por presuntos actos delictivos, mientras Clara Luz Flores de puntera inicial se desfondó hasta caer en un tercer sitio en la votación.
Quien piense que Colosio Rioja carece de argumentos para asumir un rol competitivo andaría extraviado, cuando además de abrevar la visión de país de su padre contaría también con el respaldo del Grupo Monterrey, la elite de empresariado nacional radicados en la entidad, incluyendo al prestigioso a nivel internacional Tecnológico de Monterrey que le formó a él en Derecho y a su padre en Economía.
Nacido también en Magdalena de Kino, Sonora, reúne el perfil de una imagen pública para atraer simpatías y votos, tanto por el segmento de electores jóvenes como por quienes en la madurez de su edad apostaron en su momento por Lui Donaldo Colosio Murrieta.
Representa una opción muy rentable para Movimiento Ciudadano poder competirle a Morena, que sin ser genuinamente partido político ha sumado a sus alforjas en 6 años los cargos de la Presidencia del país y 16 gubernaturas.
Distan dos años y 5 meses para la Elección de 2024, período durante el cual las prospectivas se modificarán el sentido del voto de los mexicanos según el grado de rispidez que se prevé entre Morena con sus coaligados y Movimiento Ciudadano.
En menos de un cuarto de siglo se habría dado cuatro alternancias gestándose el triunfo de Vicente Fox en el 2000, Enrique Peña Nieto en el 2012 y recientemente Andrés Manuel López Obrador en 2018. No ganaron los partidos políticos y coaliciones que les postularon sino que el mérito fue de los candidatos, cada uno en sus tiempos y circunstancias.
A Colosio Riojas aun en su juventud sería un gravoso error mirarle por encima del hombro, jamás se le debería desdeñar. Parafraseando la conseja refranera, el desdén podría traer consigo una desagradable sorpresa por penitencia.
Un desconocido senador Barack Obama le pasó por encima a Hillary Clinton en la primaria de los Demócratas, para luego imponerse a John MacCain, su adversario Republicano, en la elección presidencia de Estados Unidos aquel 2008, y nadie daba un dólar por él.
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El cambio climático asfixia al mundo, y el político también.
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