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FRANJA SUR

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) se fundó el 4 de marzo de 1929 y por primera vez perdió la presidencia en el año 2000, es decir, 71 años después de haberse creado. El PAN con Vicente Fox lo sacó de Los Pinos. El éxito del tricolor para detentar el poder en México durante siete décadas se debió a su bien formada disciplina partidista.

La organización respetaba a pies juntillas la decisión que tomara el inquilino del Palacio Nacional que, considerado en los hechos el jefe máximo del tricolor, nadie en sus cinco sentidos se atrevía a refutar el fallo del Presidente sobre el nombramiento de quien sería su sucesor.

Todo aquel que se atreviera siquiera a comentar su rechazó sobre la designación oficial, estaba condenado al ostracismo político en su futuro inmediato.
Esa férrea disciplina partidista se rompe en el año 1988, cuando un grupo de priístas, encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, alzaron la voz contra la candidatura de Carlos Salina de Gortari. Alegaron “imposición”.

Ahí comienza la historia del resquebrajamiento de la disciplina y el inicio de la caída del partido hegemónico por muchos lustros. Ese año el grupo inconforme busca a dirigentes de partidos opositores y, con organizaciones de izquierda nace así el Frente Democrático Nacional, que llevó como candidato a Cárdenas.

Esta es una breve historia para recordar la coyuntura que arrancó con el desprendimiento de cuadro importantes del PRI, hasta llegar a los días actuales, con un priísmo que muestra agonizar en manos del campechano Alejandro Morena Cárdenas.

Ahora bien, la pregunta en estos nuevos tiempos sería, ¿Cuánto durará la disciplina dentro del movimiento Morena, organización con todo el poder nacional?

Por supuesto, no durará las décadas que lo hizo el PRI, ya que las condiciones no son las mismas en México, Hay un país más activo, con gente preparada y con personas menos manipulables que en el pasado.

El mexicano de hoy está más metido en los asuntos del país, pero también es muy poco tiempo para que en Morena se dé la ruptura partidista.

Sin embargo, todas las señales que está dando la organización en el poder vislumbran, se perciben, pues, vientos de fuerte división por tocar tierra firme en las filas del partido vinotinto.

Se está observando ahora mismo en las decisiones tomadas con las candidaturas en los estados, donde los que no salieron ungidos acusan al dirigente de Morena, Mario Delgado, de imponer a sus candidatos y descalifican las dichosas encuestas.

De este modo, la senadora Susana Harp, aspirante a la gubernatura de Oaxaca, llevará su queja ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Rechaza los resultados que se decidieron por Salomón Jara.

Otra inconformidad en Morena es la del senador José Ramón Enríquez, quien el fin de semana llegó a la capital del país a la cabeza de la marcha “Caravana por la justicia”, que arrancó desde el estado de Durango, en protesta porque no se le dio la candidatura de esa entidad a pesar de que resultó ganador en las encuestas internas.

Enríquez exige que “se reponga la elección para ser él quien encabece la candidatura de su partido de cara a las elecciones del próximo 5 de junio, candidatura que le fue asignada a Marina Vitela, ex presidenta municipal de Gómez Palacio”. (Con información de La Jornada).

Sin embargo, la mayor amenaza para el partido en el poder está en la designación de su candidato a la presidencia en 2024. Hasta el momento el zacatecano Ricardo Monreal luce como el candidato rebelde que está exigiendo que se decida a través de una consulta interna, y rechaza las encuestas, que es ni más ni menos la propuesta del primer morenista del país.

Pero no olvidemos que el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, así como la gobernadora de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum también tienen encendidas sus veladora a “San Andrés”, pero en las recientes semanas se ha observado, en el ambiente nacional que, sin necesidad de prender veladoras, hay un secretario federal que está siendo iluminado intensamente por “San Andrés”.

El asunto es conocer hasta dónde aguantará la disciplina mostrada hasta hoy por Claudia Sheinbaum y de Ebrard con los designios del Palacio Nacional, en caso de que sus veladoras se les apaguen antes del día crucial.

El tema Monreal es distinto, porque es un político de esos echados para adelante. Hay quienes dicen que lo calmarán con la gubernatura de la Ciudad de México, pero su equipo asegura que el nativo de Zacatecas va por “la silla grande”, dentro de Morena o en otras opciones.

Así que, como decía conocido columnista tabasqueño en el pasado. Lo más seguro es que “tronará el camalotal en Morena”.

Ahí se las dejo.

La botica

1.- ¿Creería el lector que las obras de Sedatu están presentando deficiencia por todas partes? En Cárdenas, Cunduacán y Campeche hay ejemplos de ello. De ser así, aguas con el Parque Centenario 27 de Febrero, no se les vaya a desplomar el techo. Ya hablaremos más ampliamente de este tema. Nos estamos documentando.

2.- Pido una disculpa a mis lectores por haberme equivocado en un dato la semana pasada. Dije que en la protesta frente a Palacio de Gobierno de Campeche, participan 10 personas. En realidad son siete. Encabezadas por un tal Omar Chiquini que, supuestamente defiende a trabajadores despedidos del gobierno. Se trata de una manifestación que “no prende ni prenderá” por la “fama de sus hacedores”, dicen en la tierra del pan de cazón.

Por René Alberto López

39 años de trayectoria en el periodismo, ejercicio que inició en su natal Cárdenas en 1981. Ha publicado en diversos medios de Tabasco, Campeche y Chiapas. Dos premios estatales de Periodismo en Campeche, y en Tabasco recibió el reconocimiento "De Periodista a periodista". Corresponsal del diario nacional La Jornada y de la agencia internacional France Press (AFP).