Para Usted
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¿Se cayó o le hicieron morder el polvo?; a como quiera usted denominarle, pero el significado en el argot de la política nacional y, obviamente tabasqueña, es el mismo. Cuando alguien ha sido vencido en algún asunto y ello, además, conlleva cierta humillación en la derrota, le hacen morder el polvo; lo derrumban, lo bajan, se les cae el mito.
De ello se acaba de enterar o al menos, ya lo está entendiendo Javier May Rodríguez, sus aliados y seguidores en Tabasco; particularmente Octavio Romero Oropeza y Mónica Fernández Balboa; en tanto, Adán Augusto López Hernández, respira profundo y pausado; los astros se le siguen alineando; tiene las canicas en la mano ….sonríe y sonríe. Vayamos pues.
Principio y regla política de México; ser secretario de estado del gobierno federal, es el segundo cargo en importancia en nuestro país, solamente superado por el de presidente de la República; es el ante sala de todo; pero dejar de serlo, es una estrepitosa caída, difícil de superar, por más que los “chairos”, pretendan adornarlo como triunfo político.
Sin duda alguna, el martes 1 de enero del año 2022, será una fecha especial e inolvidable en la vida del actual secretario de Gobernación del gobierno de la república, y ex gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, por dos poderosísimas razones:
La primera, porque pasó una trascendental prueba, saliendo victorioso y mostrando estatura política, al encabezar la primera “mañanera”, en tanto se recupera el presidente Andrés Manuel López Obrador; y la segunda, al enterarse que Javier May Rodríguez, dejaba de ser secretario del Bienestar, para tomar las riendas del Fondo Nacional de Fomento Turístico (Fonatur); en otras palabras, testigo en primera fila, de la caída estrepitosa del comalcalquense; es más, hasta le dio posesión.
El grupo político de Javier May, integrado por el titular de Pemex Octavio Romero Oropeza y la Senadora Mónica Fernández Balboa, pretendieron vestir o disfrazar como triunfo político del comalcalquense, su llegada a Fonatur, disque porque se encargará del proyecto personal del presidente López Obrador (El Tren Maya); sin embargo, saben que no podrá hacer política en Tabasco.
Se cayó Javier May Rodríguez y con él, Octavio Romero Oropeza y Mónica Fernández Balboa, totalmente opuestos al titular de gobernación, especialmente en el tema de la sucesión en Tabasco, debieron entender bien el contundente mensaje presidencial; Adán Augusto López Hernández, es el político de todas las confianzas de AMLO: Octavio Romero, es un agrónomo (de confianza) y Javier May, un simple mecánico “chalán”. ¿Un dato más?, solo Romero Oropeza, tiene dialogo ideológico con AMLO; May y Mónica (consagrada al glamour del Senado), no.
No es ni será lo mismo, ser secretario del bienestar y disponer de más de 400 mil millones de pesos en programas sociales para hacer política, especialmente en Tabasco, que llegar a Fonatur, donde ahora dependerá del secretario de turismo, aunque disponga de algún “sencillito”, para seguir engrosando sus cuentas bancarias.
May Rodríguez, aspiraba al gobierno de Tabasco; como secretario, lo mandó el presidente a indemnizar a los tabasqueños afectados por las inundaciones, pero en su soberbia, minimizó al dueño de la casa (el gobernador Adán Augusto), haciendo tal mal las cosas, que prácticamente fue corrido de la entidad y ahora, el reparto de enseres y cheques (faltan muchos por entregar), lo hace el Ejército.
Javier May y Octavio Romero, han sido contrarios a Adán Augusto desde hace más de 20 años; May y Octavio, tenían su grupo dentro del PRD, en tanto AALH y su hermana Rosalinda, encabezaban otra corriente y el tercer grupo es el de Juan Manuel Fócil Pérez.
Ambos, se enfrentaron a Adán, por la candidatura al gobierno estatal, misma que fue ganada por el ahora titular de la Segob; el pleito entre la dupla May-Octavio, con AALH, es de toda la vida e irreconciliable; desde que Adán, llegó a Bucareli, los días de May, estaban contados; ¿y Octavio?, su enfermedad no le permitirá aspirar a Tabasco; vaya, peligra su estadía en Pemex, por su precaria salud.
Javier May, fue ubicado en su realidad, particularmente con respecto a Tabasco y los vientos sucesorios, lo mismo que Octavio y Mónica; le podemos adelantar que ni May, ni Mónica ni Octavio, están en el ánimo de la política de AMLO; solo Adán Augusto, que, de manera natural, se coloca como el caballo negro de la sucesión presidencial.
Más poderoso y determinante se le está bien en estos momentos a Adán Augusto López Hernández; ni duda cabe de ello. Adán, siempre ha estado y estará por encima de ellos (Javier May, Octavio Romero y Mónica Fernández Balboa, con todo, esta última, y el Salinista, Carlos Rojas Gutiérrez.
La agenda sucesoria de Tabasco, la tiene y la lleva Adán; insistimos, ya se quitó a May; ¿los otros?, cuestión de tiempo. May, Octavio y Mónica, ya se dieron cuenta; solo los chairos, aún no. Hasta mañana Dios mediante.