FRANJA SUR
Al ex secretario de Bienestar Javier May ni lo bajaron ni lo subieron, sigue estando en el ánimo de las lealtades al presidente López Obrador.
Continuamos con el tema de especulaciones que se generaron con el cambio de funciones del ex alcalde de Comalcalco, cuya mudanza a Fonatur levantó una serie de comentarios en Tabasco entre sus seguidores, sus detractores e incluso en aquellos interesados únicamente en el acontecer nacional pero sin tomar partido.
Por cierto, en la entrega anterior dijimos que Javier May se había convertido en el segundo tabasqueño en ocupar una secretaría de Estados, después de Tomás Garrido Canabal, pero pasamos por alto a don Leandro Rovirosa Wade, ex gobernador de Tabasco, en la secretaría de Recursos Hidráulicos, quien en realidad fue el segundo en alcanzar esa distinción.
Pues bien, el traslado del nativo de Comalcalco a la titularidad de los trabajos del Tren Maya, no tiene nada que ver con las elecciones de gobernador de 2024. Se trata de otro tema, muy importante para el Palacio Nacional.
En realidad, es un asunto de dos bandas, diría mi amigo Toño Caraveo. Esto es, al presidente le importa sobre manera la conclusión de la obra que se lleva a cabo en el sureste. Terminarla en tiempo y forma. Por eso, envió a unos de sus leales a estar pendiente de los trabajos.
Por supuesto, Javier May no es ingeniero ni nada que se le parezca, pero sí un hombre que jamás le mentiría al Ejecutivo federal. Lo mandaron para ser ojos y oídos del presidente en la magna construcción del Tren Maya.
Y la otra, también de suma importancia, es la votación sobre la revocación de mandato, en la que tiene fijado cuerpo y mente el presidente. Está claro que no puede darse el lujo de sacar malos números, cuando ello significaría un duro revés a todo el movimiento de Morena rumbo a 2024.
Por eso. No es gratuito ni tema de pleitos el haber enviado a Raúl Ojeda a Morelos, Oscar Cantón a Oaxaca y a Marcos Rosendo Medina Filigrana a Puebla. La mirada del régimen, pues, está puesta en esas votaciones, pues el lector no puede soslayar que este gobierno, si bien no piensa del todo en las futuras generaciones, sí en las próximas elecciones. Los temas electorales son su pasión.
Así, necesita de los hombres de mayor confianza a su lado y sobre todo que le sepan al tema electoral. Está jalando para preparar el terreno rumbo a la revocación de mandato a todo aquel que él considera efectivo operador electoral.
Javier May le sabe a la perfección, no es casualidad que en dos ocasiones haya ganado la alcaldía de Comalcalco, en los tiempos del PRI invencible, y luego derrotó al PRD aún con Arturo Núñez a la cabeza como gobernador de Tabasco. ¿Es necesaria otra carta de recomendación?
Así, el director de Fonatur, desde su cargo en el Tren Maya, claro —ya no tendrá que moverse a nivel país— podrá manejar los hilos desde el sureste con miras a la revocación, en los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche y Quintana Roo, principalmente. Yucatán sigue siendo bastión del PAN.
Bien. Si alguien todavía duda de la estrategia del régimen y sigue con la idea de que el cambio de Javier May tiene que ver con las elecciones de Tabasco en el 2024, lo remitimos a revisar los movimientos desde Palacio Nacional.
Apenas el sábado el senador por Guerrero, Félix Salgado Macedonio, hizo pública su solicitud de licencia en el Senado. Deja por un tiempo el cargo. ¿Adivine por qué? Le atinó, para irse a trabajar con todas sus fuerzas en la operación de la revocación de mandato.
En su cuenta de Twitter escribió: “Nuestro país vive un momento crucial para su historia, al estar a 84 días de que se lleve a cabo el ejercicio para la ratificar el mandato del Presidente de la República, y es menester que quienes creemos y entendemos lo que es y significa la Cuarta Transformación, trabajemos hombro con hombro para terminar de sentar las bases del cambio verdadero en nuestro país. ¡Mi patria es primero!”
Ahí se las dejo.