Para Usted
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El concepto o criterio (se dice, se entiende y se habla), de doble moral, se presenta cuando una persona o institución se le acusa de tener una doble conducta y discurso en el tratamiento que se le da a determinado hecho; a diferentes grupos y personas, permitiendo de manera injusta más libertad y justificación de conducta, a unos que a otros.
Vaya, una doble moral, no es solo un término más, sino un acto de injusticia plena, con el que se discrimina, al no aplicar un mismo criterio, lo que determinada persona o personas realizan una mala acción; pero eso sí, se justifica y apoya a un familiar que realiza exactamente lo mismo; esto es, es visible una incongruencia entre lo que se piensa, se dice y se hace.
Es por eso, que la doble moral, le otorga “pase automático” a la falsa moral a ese individuo que públicamente (ante todos), finge una imagen con valores, pero cuando se encuentra inmersa en medio de un problema que le afecta directamente, se convierten en lo contrario de lo que aparentan ser. Vayamos ya.
Aquí en Tabasco, el grupo especial de chairos, aplaudidores, matraqueros, porristas, gana pan, nalgas prontas y demás, se apresuraron a difundir por todos los medios y formas posibles, que la investigación realizada y publicada por Carlos Loret de Mola/Latinus-Mexicanos Unidos contra la Corrupción (MUCC), donde desnudan y exhiben en su real dimensión al Presidente AMLO, a uno de sus hijos y a la Cuarta Transformación /Morena, no afecta y ni tiene resonancia en nuestra entidad; cosa en la que se equivocan rotundamente.
Se equivocan rotundamente en razón de que estos hechos sí tienen trascendencia, relevancia, resonancia y le pegan a Tabasco, en razón de la moral persona, familiar e institucional que envuelve a la figura presidencial (AMLO); al partido en el poder MORENA (creación de AMLO) y a la Cuarta Transformación (4T), como plataforma, faro e hilo conductor de este sistema del actual ejercicio del poder, en el poder y para seguir en el poder.
Con muchísimo respeto por parte de quien esto escribe, anoto que moralmente le afecta a Andrés Manuel, porque para los tabasqueños no es ajeno que el vástago presidencial José Ramón López Beltrán, fue asentado con ese nombre en recuerdo a José Ramón López Obrador (QEPD); por lo que, para el actual presidente, su hijo José Ramón, tiene un significado muy especial en su corazón y memoria, en recuerdo, insistimos, de su hermano.
Lo anterior, es en cuanto a lo emocional; sin embargo, también le afecta a todo lo que en Tabasco tenga que ver con la 4T (gobierno estatal), porque le destruye y mancha (se lo hace inoperante y para nada creíble por los tabasqueños), el discurso de la austeridad; de la anticorrupción; de la moralidad, de la transparencia y del no permitir la impunidad.
Por tanto, las banderas de “gobierno diferente”, les son arrebatadas y quemadas a los gobiernos de la 4T/Morena en Tabasco, ya que en la mañanera reciente, el presidente tabasqueño, no desmiente en ningún momento lo asentado en el reportaje de Latinus; es más, pareciera como que, el presidente, justificara la conducta de su hijo.
Se le acotó y acabó el discurso de gobierno estatal, porque el hecho emocionalmente le pega y trae recuerdos a muchísimos tabasqueños que saben la historia del actual presidente; por eso, el golpe mediático fue y es letal, y difícilmente puedan reponerse.
Y también, porque para nadie en el gobierno de Tabasco le es ajeno que si bien, AMLO dijo que sus hijos no tienen injerencia en el gobierno, lo cierto es que, en este edén tropical, el otro hijo, Andrés (Andy, para sus amigos), sí tiene metidas las manos, especialmente en áreas que tienen que ver con manejo de recursos, compras, programas, adquisiciones y demás.
¿Les suenan a ustedes los nombres de Manuel Marcué Díaz, ex titular de administración y finanzas en la secretaría de salud estatal, (ahora incrustado en el área de juegos y sorteos de la SEGOB federal) y de Daniel Arturo Casasús Ruz, otrora hombre fuerte en la coordinación de programas del gobierno federal en la entidad y actualmente secretario estatal del Bienestar?
Los mismos funcionarios del gobierno estatal, la burocracia y la sociedad en general, lo saben y lo platican; en esa área, la de los negocios, solo se hace la voluntad de Andy; al grado que ni Adán Augusto López Hernández, en su momento, pudo hacer o decir algo; mucho menos, Carlos Manuel Merino Campos, el actual mandatario estatal.

En La Línea de Fuego** Ojo, en los comienzos de la segunda mitad del periodo constitucional del presidente Andrés Manuel López Obrador, se está quedando sin gente de confianza**vaya, sin operadores políticos sólidos que le permitan ir preparando todo lo concerniente al ¿relevo?, en el 2024.

En La Línea de Golpeo** A Javier May Rodríguez, lo sacó de las grandes ligas cuando era titular de la poderosa secretaría de bienestar, para mandarlo a cuidar lo del Tren Maya, una de sus obras insignias de este gobierno de la cuarta transformación.

Los Malosos** Al gobierno de Tabasco, le quitó a su mandatario estatal (por quienes habían sufragado en las urnas miles de tabasqueños) Adán Augusto López Hernández, para ponerlo al frente de la Secretaría de Gobernación**cierto, se puede ver como un premio para el ex notario público, quien ya se comienza a ver y sentir presidenciable, por mucho que diga que “no suda calentura ajena”.

Jaque Mate** ¿Tabasco y los tabasqueños?, no representan gran cosa para el presidente, por no decir nada o lo menosla entidad está como barco a la deriva sin capitán, pues para nadie es un secreto que las decisiones no se toman aquí en Villahermosa, sino en Bucareli (Palacio de Cobián); se gobierna a larga distancia; en tanto la entidad, no hay un ejercicio sólido de gobierno; ni se ve, ni se siente hasta mañana Dios mediante.

Por Mario Gómez y González

El autor de PARA USTED es analista, columnista político, corresponsal nacional y reportero local, con más de 30 años de trayectoria periodística en varios medios impresos de gran trascendencia e influencia en Tabasco. Egresado de la UNAM en la carrera de Ciencias de la Comunicación; lector y publirrelacionista nato.