El TioVivo
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@Fer_valdesleyva
Sin duda que el caso de José Ramón López Beltrán y su forma de vida le han causado molestias y enojos al presidente. A pesar de que puntualmente ha dicho que su lucha contra la corrupción es auténtica y que seguirá trabajando para desterrarla, aunque se trate de sus hijos, al mismo tiempo ha proferido una serie de calificativos muy serios en contra del medio que publicó la información y de quienes ahí trabajan.
Es decir, ha sido muy puntual en descalificar al mensajero, pero sin poder negar la autenticidad del mensaje. Ha hecho énfasis en lo “corrupto” que es Loret de Mola y su presunta perversidad como comunicador, pero poco o nada ha podido hacer para desmentir la información, a lo mucho, explicó que “la señora es rica”, refiriéndose a su nuera, y por ello es que se pueden dar esos lujos.
En cuanto al tema del historiador Pedro Salmerón y su fallida designación como embajador de México en Panamá, el presidente ha dicho que lo se ha emprendido es una campaña mediática en contra del personaje, pero que no se ha presentado ni una sola denuncia ante las autoridades de lo que se le acusa.
De entrada, Andrés Manuel ubica a las mujeres que han hecho públicos sus señalamientos en contra de Salmerón, como parte de una campaña opositora y no les da ni el beneficio de la duda. Pero además, deja entrever que habría entre quienes él llama la “mafia del poder”, algún interés en dañar la imagen del historiador. Lo cierto es que la trascendencia política de este individuo es tan insignificante, que pensar que todas las acusaciones que se le han hecho son parte de una estrategia para calumniarlo, es absurdo.
Desde la mañanera, el presidente ha hecho múltiples acusaciones corrupción a casi todos sus adversarios. Medios de comunicación, actores políticos, opositores y todo aquel que opine diferente, se hacen merecedores de algún calificativo, pero la defensa a ultranza que hace de su gente cercana, en ocasiones es muy difícil de solventar.
Entendemos que todo es parte de una estrategia, una forma de mantener la imagen que durante años le ha funcionado al hoy mandatario, pero cuando se hace desde Palacio Nacional, quizá sea prudente, cambiar un poco, sólo un poco, las formas…
Antes de bajarnos del caballito…
Inició el segundo periodo ordinario de sesiones en el Congreso del Estado. Al parecer la instrucción es preguntar antes de subir a tribuna con ocurrencias para no generar más rezago. Ojalá los diputados se dejen coordinar por su líder porque de improvisaciones ya estamos hartos…