Franja Sur

El discurso de odio contra la prensa lanzado cotidianamente desde Palacio Nacional tiene como blanco vulnerable a los periodistas de a pie y en el lugar más fácil de hacerles daño: En la provincia.​

Suman ya cinco comunicadores muertos en lo que va del año en México, y los ataques y amenazas persiguen a otros reporteros que traen incluso personal de seguridad.​

El estado de Tabasco no está a salvo de la ola de crímenes contra comunicadores pues en junio de 2019 fue asesinada la periodista Norma Saravia​ en el municipio de Huimanguillo, y en febrero de ese mismo año fue ultimado a balazos Jesús “Chuchín” Ramos Rodríguez en Emiliano Zapata.​ ​

Desafortunadamente a lo ancho y largo del país el suelo se sigue cubriendo con la sangre de comunicadores, ante la apatía de un régimen que parece alegrarse de lo que le pasa a la prensa hoy en día, porque si así no fuera, ya el presidente le hubiese bajado a sus ataques contra el gremio en la tribuna más alta de este país, como lo son sus mañaneras.​

Anoche el cielo de los periodistas se volvió a oscurecer con el vil asesinato de Heber López Vásquez, de 39 años, director del portal Noticias Web, quien fue ultimado a balazos cuando entraba a su oficina, ubicada en el barrio El Espinal del puerto de Salina Cruz, en la región del Istmo de Tehuantepec.​

Es el quinto comunicador asesinado en el país en sólo 30 días, pues el 10 de enero en Veracruz acuchillaron a José Luis Gamboa, el 17 balearon a Margarito Martínez Esquivel y el 23 ocurrió el crimen de​ Lourdes Maldonado, respectivamente, en Tijuana, Baja California, y el 31 de enero, en Zitácuaro, Michoacán, se perpetró el homicidio de Roberto Toledo.​

México, en este sexenio, se ha convertido en el país más peligroso para ejercer la libertad de expresión, pues los asesinos encuentran a su mejor animador en las mañaneras que prácticamente le pone el dedo a los periodistas con su discurso de odio, al condenarlos y estigmatizarlos como un sector que le hace daño a la sociedad.​

A la condena presidencial se sumó esta semana el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, con una conducta grosera ante una​ reportera que le hizo una pregunta que molestó al Ejecutivo veracruzano y trató de exhibirla, pero su actitud prepotente se le revirtió.​

En Tabasco, tierra del presidente, la prensa vive un brutal desprecio de las autoridades estatales, desde que llegó al poder Adán Augusto López Hernández, hoy secretario de Gobernación, quien cerró las puertas a los comunicadores profesionales. Se arropó únicamente en la estación de radio XEVT, en la que se dice, de boca en boca, tiene intereses.​

Apenas tomó ​ Adán Augusto la rienda de la administración estatal, recortó el presupuesto para comunicación y ordenó cerrar la Coordinación de Comunicación Social. La transformó en una incipiente unidad de prensa que no sirve para nada. Bueno, sólo para darle chamba a algunas gente​ que lo acompañaron en su campaña. ​

Otra señal de su desprecio a la prensa tabasqueña fue poner como vocera a la ex diputada local Malú Somellera, quien no conoce ni los periódicos del estado. “A todo periodista que te llegue a ver, mándalos conmigo”, fue su perversa instrucción. ​

Y, aquellos medios que se acercaron en busca de un convenio de publicidad, hasta ahí llegaban. Nunca los recibió, y en su oficina mostraba su burla socarrona, gozaba de lo que hacía con el gremio.​ ​

Carlos Manuel Merino, gobernador interino, que siempre ha sido el segundón de Adán Augusto, mantiene la misma política de cerrazón hacia a la prensa profesional, la que cuestiona, pregunta, indaga. En Tabasco, la mayoría de los medios no son invitados a conferencias de prensa ni a giras del gobernador. Se rodea solo de un séquito de aduladores, que callan los tropiezos de la administración, así como sus acciones turbias, que no son pocas.​ ​ ​

Lo más paradójico que se vive en Tabasco, es que presumen de ser un gobierno democrático, cuando en realidad son la antítesis de la transparencia y de la democracia.​

La prensa en México, pues, sigue de luto, llorando y lamentando a sus muertos, pero sin bajar los brazos ante un gobierno que actúa ya como una feroz dictadura.​ ​ ​

Ahí se las dejo.

Por René Alberto López

39 años de trayectoria en el periodismo, ejercicio que inició en su natal Cárdenas en 1981. Ha publicado en diversos medios de Tabasco, Campeche y Chiapas. Dos premios estatales de Periodismo en Campeche, y en Tabasco recibió el reconocimiento "De Periodista a periodista". Corresponsal del diario nacional La Jornada y de la agencia internacional France Press (AFP).