LA POSTA

UNO. Se oyó un disparo, luego gritos de mujer y todos salieron a la calle a ver lo que pasaba en la residencia del connotado hombre de negocios. Fue una noche de mayo con el calor y los mosquitos colándose por las rendijas de todas las casas, unas de lámina y otras de teja roja de barro, algunas negras por el tiempo y los musgos quemados por el sol. Casas de techo alto, de dos aguas, de paredes blancas pintadas con cal y piso pulido con pintura roja, con baño en el patio, techo de guano, largos pasillos, pozo artesiano, batea de madera y lía para tender la ropa. ¿Quién lo mató? ¿Cómo? ¿Por qué? Lo que más intriga a la población es la sospecha y se sospecha de todos, hasta de él mismo. Puede que haya cobrado con su vida la muerte del amor o del desamor. Pordiositosanto.
DOS. En el pueblo, todo es confusión y silencio, ese silencio que precede al escándalo; ese murmullo que estremece las matas cuando algo se oculta detrás. Hasta el viejo más viejo de las familias de abolengo o el cura más santo pudo ser el asesino según un reporte confidencial de la policía investigadora que llegó de la capital para interrogar a media población. Dicen los lenguaraces que después del balazo vieron salir por el patio trasero a un hombre semidesnudo, podría ser uno de los vecinos o algún forastero de los que llegaron con las compañías petroleras, sobre todo, los de exploración que suelen meterse en líos de faldas, de cantina o de salón de baile.
TRES. Alguien tuvo que disparar. La esposa del difunto jura que oyó el disparo y corrió al despacho que este tiene en su casa y lo encontró tirado en un charco de sangre. No vio nada, no supo nada, no indagó nada pues los nervios y la desgracia la paralizaron, esa fue la primera explicación de varias más que tuvo que proporcionar al ministerio público antes de que el caso fuera archivado. Ella y uno de los vecinos fueron encarcelados temporalmente hasta que la escasez de pruebas y el hecho de que con el tiempo a la gente le dejó de importar lo sucedido, permitieron que recuperaran la libertad. En la banca de la tienda de la esquina, lisa por el tiempo y el uso, dos parroquianos, cerveza en mano, debaten sobre este raro asesinato ocurrido hace muchos años y que nadie pudo descifrar, mucho menos las autoridades.
CUATRO. Todos en Tabasco conocimos el mes pasado de que tres mujeres aparecieron asesinadas en distintos lugares el mismo día y lo curioso del caso es que los noticieros televisivos más importantes que tanto interés muestran en los feminicidios, no lo mencionaron. Grandes tragedias, casos de corrupción, errores en la construcción de obras públicas y otros hechos de interés periodístico que han ocurrido últimamente en Tabasco, son excluidos de los noticieros nacionales de mayor audiencia, es como si una mano santa, un genio embotellado, un espíritu chocarrero o un alma impía, ordenara desde lo alto que no se hable de la inseguridad y la impunidad en nuestro estado.
LA CAMINERA. La desinformación, la corrupción y la impunidad avanzan a grandes pasos en todo el país, contrario de lo que se esperaba con el cambio de gobierno. Además, las amenazas y las ejecuciones de periodistas acercan a México a zonas de silencio donde no habrá compañeros que quieran trabajar en temas de corrupción y delincuencia y el país se debatirá en un mar de impunidad, desastre económico, político y social. Sea por Dios.

Por Juan José Sánchez Gálvez

  Egresado de la Facultad de Comercio y Administración de la UNAM. Nativo de Macuspana, Tabasco. Premio estatal de periodismo 1995 en el género de Columna. Mención honorífica Premio Crónica Feria Tabasco 1996; Premio 1999 al Mérito Periodístico de la Asociación de Periodistas Independientes (API) y premio 2000 de la Asociación Tabasqueña de Periodistas (ATP). Reportero, jefe de información y columnista en el diario El Sureste de Tabasco; colaborador en los diarios locales Olmeca, Rumbo Nuevo, Ahora Tabasco y el semanario Jaguar. Coordinador de comunicación social de la CFE, Zona Villahermosa (2000-2009). Incursiona frecuentemente como analista político en diversos medios electrónicos (TV, Radio, RS) de Tabasco. Presentó su primer libro en 2018: La Víspera (crónicas de Macuspana) editado por el Gobierno del Estado de Tabasco y la Secretaría de Cultura.