CARTA ABIERTA
El dirigente estatal de Morena, Pedro Hernández, ha rechazado las elucubraciones de que el gobernador Merino recibe órdenes de la Ciudad de México, es decir, del secretario de Gobernación. Lo curioso es que esa idea ha sido promovida por alguno que otro funcionario que ha tenido el descaro de ir a Bucareli a pedir “instrucciones” sobre la agenda estatal. La respuesta de Adán Augusto no ha podido ser más humillante para estos que se dicen ‘amigos a muerte’ del Capitán. Les ha dado con la puerta en la cara.
La Comisión de Derechos Humanos de Tabasco, Codehutab, no habla por sí misma cuando se refiere a que Carlos Merino no ha impulsado iniciativas que pudieran ser consideradas como propias. Al especular con que las instrucciones sobre los asuntos de Tabasco vienen desde la capital del país, el organismo actúa como portavoz de esos grupos que apuestan a la confusión, a las pugnas internas dentro del Gobierno estatal y del partido.
Con la excusa de sólo saludarlo, esos oportunistas han buscado a Adán Augusto para pedirle instrucciones sobre qué hacer en sus respectivas responsabilidades públicas. Sin embargo, la respuesta del secretario de Gobernación no ha podido ser más sensata y congruente: “El gobernador ya no soy yo, es el Capitán Merino”. Esta es la forma en que les ha dado con la puerta en las narices, dejando claro quien es el mandatario, con todo lo que ello implica.
Es posible, además, que en el ánimo de Adán haya quedado un poco de sabor amargo, por la desconfianza que genera ver cómo esos personajes que van a pedirle “instrucciones” a Bucareli están, al mismo tiempo, jurando lealtad al mandatario estatal. Es decir, se están manejando con un doble discurso que llega a lo maquiavélico, buscando proteger sus intereses particulares.
Si bien estos barones oportunistas son contados, la indignación y el rechazo por parte de la mayoría de la 4T tabasqueña, esa que entiende a la perfección las responsabilidades de Adán y Merino, se ha hecho presente. La respuesta a ese intento de socavar el Gobierno estatal ha sido la de cerrar filas con el Capitán, sabiendo que a la vez están en el mismo espacio del secretario de Gobernación y del presidente del país.
Los únicos que han quedado en ridículo son esos personajes que buscan dividir. La mayoría de la 4T tabasqueña se conduce con madurez política, sabiendo que los huéspedes del Palacio de Cobián y de la Quinta Grijalva mantienen un puente abierto de comunicación, desempeñando sus cargos con la responsabilidad que los ciudadanos exigen.
: RAZONES DE LA RUPTURA
La adhesión de Arturo Núñez Jiménez al nuevo grupo adversario de López Obrador, encabezado por el exgobernador guerrerense Ángel Aguirre Rivero, tiene varias razones de fondo, entre las cuales estaría su distanciamiento del presidente.
El primer motivo de esta nueva ruptura (la primera se dio durante su mandato estatal) habría sido la desaparición política de su hijo Néstor Núñez López, a quien Obrador le negó la oportunidad de reelegirse como alcalde de la Cuauhtémoc en favor de Dolores Padierna.
En hechos más actuales, la 4T ha enviado varias señales de rechazo a Núñez, si bien ninguna de ellas ha caído en lo que desea la mayoría de los tabasqueños: verlo sometido a un juicio de revisión por los seis años al frente del Gobierno de Tabasco.
Esos mensajes han sido la recuperación de la finca “Las Lilias” por parte del Gobierno de Merino, luego de que Núñez casi la regalara a una empresa privada. Otro mensaje fue el caso del helicóptero comprado en sesenta millones de pesos y que nunca apareció. Otra señal de repudio es la atracción del caso Duda razonable, que implica a las cabezas del sistema de impartición de justicia en el pasado sexenio perredista.
Sorprende la osadía de Núñez al enfrentarse a López Obrador cuando tiene tantos temas pendientes con la justicia tabasqueña.