ENTORNO

Organizaciones civiles, estudios sociodemográficos y hasta las estadísticas relacionadas con la delincuencia organizada confirman que la creciente actividad relacionada con el tráfico de drogas desde el origen, transportación hasta la distribución y venta es realizada en su mayoría por jóvenes.
Los “dealers” mexicanos son chicos que en algunas ocasiones no rebasan la mayoría de edad, atrapados por el consumo de drogas que los hace adictos y posteriormente se dedican a fomentar su consumo –con muestras gratis- para luego venderlas a sus propios compañeros.
Hace muchos años Julián Leyzaola un conocido ex agente policiaco federal, estatal y municipal, lo resumía en una frase:
“nuestros jóvenes desafortunadamente han caído en el submundo de las drogas, primero en la adicción y posteriormente en la distribución para vivir dos o tres años en una burbuja económica donde se creen poderosos para morir asesinados al final por otro que busca ocupar su lugar”.
Algunos testimonios crudos de jóvenes que se “salvaron” de morir pero que viven confinados en reclusorios, no se arrepienten de su pasado, el componente de esa motivación es el dinero, de pasar de ser invisibles a poderosos distribuidores, artículos, libros, series de televisión y películas dan cuenta de esa realidad tergiversada, pero realidad al fin.
El caso de un becado histórico y su muerte violenta
Recientemente conocí del caso de un joven que fue asesinado presuntamente, -aunque casi se podría confirmar- por actividades relacionadas con la distribución de drogas en determinado territorio en Tabasco.
Dicho joven, de condición humilde, estaba dedicado al estudio para que su madre pudiera cobrar su beca escolar, pobreza y alimentación en modalidades distintas desde la administración de Zedillo, Fox, Calderón y parte de Peña Nieto.

Ya como adulto, la inestabilidad laboral, el entorno y sus propias condiciones psicosociales lo llevaron a incursionar en actividades ilícitas, el resultado: la muerte y una estadística más.
Pasado y presente:
En las administraciones anteriores, la condición para recibir una beca era –con prueba del docente y la escuela- la obligación de acudir a la escuela, en tanto que las otras becas eran por condición de pobreza, alta marginación y otros indicadores.
En la actualidad, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador aumentó el monto de los apoyos y los extendió hasta para aquellos que –ni estudian, ni trabajan- lo que sin duda es un gran acierto social, pero en el que no se repara de manera individual sobre el impacto real en los jóvenes.
El año pasado aquí se consignó el caso de una chica de éxito de Jalapa, que con ese apoyo del gobierno federal consolidó una pequeña fábrica de paletas y que ahora comercializa en dos municipios más, pero ella es un caso de excepción, el resto ha dilapidado esos recursos.
En Jonuta, un municipio de alta marginación, aumentó de manera importante la venta de bebidas alcohólicas –hay registros de esa actividad en el ayuntamiento- desde el 2019, muchos de los nuevos adictos son muchachos y ahora se le han sumado mujeres, la escena cotidiana es muy triste.
Esto es un simple caso de bebidas alcohólicas, sin adentrarse en el consumo de drogas, no es posible saber si ese recurso federal ministrado de buena fe se use para otros fines, y cuando muchos de estos jóvenes dejan de recibir ese recurso y se han convertido en adictos y siguen sin empleo, es fácil imaginar que sigue para ellos.

¿Y qué podemos hacer?

Mucho. Desde el ámbito familiar como origen y en las escuelas, está claro que las campañas de miedo y educación han resultado poco eficaces, pero en otros países se han presentado programas exitosos para recuperar a esos jóvenes y disminuir sus adicciones como este:
“Un programa denominado Preventure desarrollado por Patricia Conrad profesora de psiquiatría de la Universidad de Montreal, reconoce cómo el temperamento de un niño está relacionado con su riesgo de consumir drogas, como esas características distintivas generan varios caminos hacia la adicción. Las primeras pruebas muestran que los estudios de personalidad pueden identificar al 90 por ciento de los niños con riesgo más alto y así es posible atenderlos antes de que causen problemas”. Szalavitz, Maia (7 de octubre de 2016) un programa antidrogas para jóvenes que parece que sí funciona; The New York Times.
Es cuestión de voluntad, de una estrategia formal y de revisar los casos de éxito en otros países y adecuarlos a nuestra realidad.

CONTORNO

Acecho y acoso

Con el retorno a clases escolares, además del incremento en la actividad económica, otros problemas sociales están de vuelta y pareciera que de manera más agudizada.
El Colegio de Bachilleres de Tabasco, uno de los que mayor población juvenil tiene y donde se implementó un estricto proceso para adecuar los sistemas de limpieza y desinfección para disminuir la posibilidad de contagios de COVID-19 entre sus estudiantes, programa que incluso, interesó al Instituto Politécnico Nacional, ahora enfrenta otra amenaza externa, pero que incide en sus estudiantes.
La semana pasada se denunció el acoso y casi secuestro de un taxista hacia una chica del COBATAB que esperaba su transporte escolar, no es el único caso, se han presentado otros tantos más en los alrededores de los planteles escolares y no solo de Villahermosa, lo que les obligaría a colocar cámaras de seguridad hacia el exterior y las corporaciones de seguridad pública hacer lo propio.
ALERTA UJAT…
La Universidad Juárez Autónoma de Tabasco informó a la comunidad estudiantil universitaria la puesta en operación de la aplicación ALERTA MÓVIL UJAT que puede activarse desde el celular personal.
Se les hace un llamado para hacer un uso responsable porque representa una línea de auxilio inmediato para su seguridad y de sus invitados.
Esta aplicación se encuentra conectada con el Centro de Comando y Control de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana y los servicios de logística de la propia Universidad.
Un tema que a todos debe importar.

javiermarinhdez@hotmail.com

Por Javier Marín

Periodista desde 1993.
Reportero de radio, director de noticias de Radio Villa, conductor titular desde enero de 1994 hasta el año 2003.
Corresponsal en Tabasco de Enfoque de NRM Comunicaciones de 1993 a la fecha,
Colaborador de radio Caracol, Colombia y noticieros en Los Ángeles, California, Estados Unidos de 1993-1998.
Moderador sustituto del Primer Debate de candidatos al gobierno de Tabasco en el año 2001.
Columnista del Heraldo de Tabasco del año 2006 a la fecha.
Colaborador en un proyecto académico de periodismo internacional con sede en la Universidad de Florida, Estados Unidos.
Participante del Proyecto Electoral Integral de la Universidad de Harvard en coordinación con la Universidad de Sídney, Australia en las elecciones del 2018 y la perspectiva latinoamericana.