De Primera Mano
El debate de si a Tabasco le ha ido mejor con la llamada ‘Cuarta transformación’ que con otros regímenes, ha estado presente desde principios de la actual administración. Ahora ha vuelto con la declaración del presidente Andrés Manuel López Obrador de que a su tierra natal se le están generando empleos con el rescate de Petróleos Mexicanos (Pemex). ¿Son reales esos datos?
El jueves de la semana pasada, en su conferencia mañanera, el ejecutivo federal aseguró que durante 40 años el Edén fue de los estados con mayores índices de desempleo.
Ahora, aseguró, Tabasco es de las entidades con más empleos. “¿Por qué? Bueno, porque estamos construyendo una refinería”, en la que están trabajando hoy 30 mil obreros.
Entonces sí nos conviene producir nuestros combustibles, dijo, y explicó que el mes pasado Tabasco ocupó el segundo lugar nacional en la creación de nuevos empleos, con una tasa de 1.04, después de Sonora.
A principios del mes pasado, el director general de Proyectos Especiales y Ediciones Regionales de El Financiero, Jonathan Ruíz Torre, reveló que la economía de Tabasco “no cayó ni cuando México se desplomó en 2020”.
En su columna «Parteaguas» de ese diario especializado, precisó que en 2020 la economía tabasqueña creció 3.5 por ciento, “y en 2021, cuando México cayó en recesión nuevamente, el estado de origen del presidente López Obrador registró un ascenso de 8.7 por ciento, contando de enero a septiembre”.
El especialista aseguró que esas cifras “resultan espectaculares al comparar la actividad solo de julio, agosto y septiembre del año pasado, cuando la aceleración de la refinería redituó a los tabasqueños en un crecimiento de 14 por ciento”, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), contenidos en el Índice Trimestral de Actividad Económica Estatal (ITAEE), el cual presenta la situación económica de todas las entidades del país.
En comparación con otras entidades, a Tabasco le ha ido muy bien. A la capital del país, por ejemplo, le tocó caer 9.1 por ciento en 2020, “y cuando parecía recuperarse en 2021, se desaceleró a partir de la segunda mitad del año”, subrayó.
Para mostrar lo bien que está Tabasco, Ruiz Torre indicó que los estados norteños “suelen cocerse aparte”, pero “solo Chihuahua o Baja California pueden presumir que su economía ya recuperó lo perdido durante la pandemia”.
“Crecen nuevamente, pero los orgullosos regiomontanos en Nuevo León, o sus vecinos coahuilenses –con todo y el repunte en las exportaciones que envían sus fábricas– deberán esperar para estar en esta situación (de bonanza), de acuerdo con las estadísticas del INEGI”, comentó.
El directivo de El Financiero se cuestionó si funciona la propuesta de López Obrador de una estrategia que empuje al sur.
Se responde:
“Depende de lo que quieran ver. Veracruz y Oaxaca –unidos por el proyecto de construir un tren e infraestructura que conecte al Golfo con el Pacífico por la vía del istmo– se apuntan crecimientos de 6 y 8 por ciento.
“Pero Campeche, vecino de Tabasco, vive una tragedia. La promesa de un traslado de la sede de Pemex hacia Ciudad del Carmen fue una de las historias que el presidente hizo creer a muchos durante las elecciones.
“Los campechanos tienen una actividad económica tan pequeña, que al cierre de 2021 tuvo la mitad del tamaño de 2008. No hay futuro visible para la mayoría de los habitantes del estado.
“Pero Tabasco va bien, muy bien. No avanza el campo, pero por ahora la construcción de una refinería ayuda. Después puede pasarle lo que Tula, una ciudad que pinta poco, pese a su gran fábrica de combustibles”.
Hasta ahí los datos ofrecidos por el especialista que corroboran la exposición del presidente de la semana pasada.