CARTA ABIERTA

El ‘destape’ que el dirigente nacional del Movimiento Territorial del PRI ha hecho de ‘Alito’ como candidato presidencial de la alianza Va por México es una manzana envenenada, es el ‘beso del diablo’ de quien busca rebasar al dirigente Dagoberto Lara para situarse como el principal operador del priismo en Tabasco. Al mismo tiempo es un monumento a la incongruencia y el despropósito, porque quien hoy le besa las manos al líder del CEN es el mismo que le llevó a perder su estado natal, Campeche.

Alejandro Moreno le confió a Erubiel Alonso la campaña del 6 de junio de 2021 para retener la gubernatura, esperanzado en que el mandatario interino era de sus mismas siglas. Pero el resultado fue un rotundo fracaso. Al final, la morenista Layda Sansores, de la alianza Morena-PT, obtuvo 139,883 votos, Eliseo Fernández Montufar, del partido Movimiento Ciudadano, tuvo 133,899 y Christian Castro Bello, de la coalición Va X Campeche y sobrino de ‘Alito’ sólo juntó 130,018.

Muchas historias se han contado sobre la derrota. La más certera se centra en la lección electoral que Evaristo Hernández y Juan Carlos Castillejos le dieron al ‘operador estrella’ del campechano. ‘Alito’ se dejó ir con el cuento de que Erubiel era ‘mucha pieza’ para Morena, pero nunca imaginó que sus adversarios lo derrotarían con sus propias armas.

Con mucho de capacidad y conocimiento de la estrategia electoral, Evaristo y Castillejos destruyeron uno a uno los planes caducos del exdirigente estatal del PRI. Otro de sus errores fue la falta de talento para pactar una alianza con el candidato del partido naranja, lo que les habría dado el triunfo. Fiel a su estilo meloso y cortesano, fue incapaz de decirle a ‘Alito’ el error de ir en solitario con Christian Castro. En el pecado llevó una penitencia que es más grave de lo que aparenta, porque Morena tiene ‘agarradito’ al exgobernador campechano para garantizar los votos del PRI  a favor de la reforma eléctrica .

Sin importar que hundiera al tricolor hasta el tercer sitio de las votaciones en el estado de las murallas y cuando todo mundo lo daba como un cadáver político, Alejandro Moreno, de forma inexplicable, lo rescató para hacerlo dirigente nacional del Movimiento Territorial. Hasta ahora, su desempeño ha transcurrido en los escenarios de la mediocridad y falta de convocatoria. Por ejemplo, en Tabasco ha sido incapaz de encabezar un evento popular digno de mención. Sólo asiste a los actos protocolarios del partido y a dar entrevistas a los medios periodísticos.

La razón de este bajo perfil puede deberse al rechazo que su figura concita en muchos de los personajes del partido, como es el caso de la excandidata gubernamental Georgina Trujillo quien, se sabe, no le dirige la palabra. La desconfianza interna surgió tras su paso por la dirigencia estatal, desde donde tejió una fuerte relación con el gobernador perredista Arturo Núñez Jiménez. Los diarios de esas fechas también contienen diversas quejas de militantes sobre las prácticas poco claras que el CDE aplicó en la asignación de candidaturas.

Por estas razones es que los priistas tabasqueños han tomado a mal el ‘destape’ que Erubiel ha hecho de ‘Alito’. No porque no deseen que su presidente nacional lo sea, sino porque piensan que el dirigente del Movimiento Territorial busca un beneficio claramente personal, a costa del partido. En los pasillos de 16 de Septiembre y en algunos asientos de la bancada en el Congreso local hay la impresión de que busca erigirse en una especie de liderazgo paralelo para, desde ahí, rebasar a Dagoberto y después buscar un cargo de elección.

Por ahora, el rechazo de buena parte del priismo tabasqueño hacia el originario de Balancán lo coloca en una posición de fragilidad política y de aislamiento. Ello parece indicar que el señor Moreno Cárdenas carece del pulso real de lo que sucede en algunos ámbitos de su partido en estas tierras del sureste.

Por Jorge Núñez

Periodista nacido en Villahermosa, Tabasco. Ha sido reportero de los diarios Contacto y a. m. de León, Guanajuato, además de Tabasco Hoy y Milenio Tabasco. También estuvo como jefe de la oficina del diario Correo de Guanajuato en la ciudad de León. Fue jefe Información de Diario Presente. Ha cubierto campañas presidenciales y a la gubernatura. Desde hace doce años es autor de la columna CARTA ABIERTA, publicada en varios portales electrónicos Twitter: @jorgenunez63