- Propone reformar Ley Pecuaria para mejores controles fitosanitarios
- El 33 por ciento de la carne que consumen los tabasqueños es de procedencia ilícita
- Tráfico ilegal de ganado y matanzas clandestinas ponen en riesgo la salud
Ante el alto riesgo que representa para los tabasqueños el consumo de carne contaminada, el diputado local del PRI, Fabián Granier, propuso al Congreso del Estado reformar la Ley de Desarrollo Pecuario de Tabasco, para mejorar los controles fitosanitarios en Tabasco.
La iniciativa de Granier Calles considera, entre otras medidas, el establecimiento de corrales de exportación, el incremento de barridos de vigilancia, acciones permanentes de supervisión y verificación en la frontera Sur, la puesta en marcha de campañas sanitarias y zoosanitarias, un certificado zoosanitario y un registro electrónico de movilización.
En su intervención ante el pleno del Congreso del Estado, advirtió que las familias tabasqueñas están expuestas a un permanente riesgo de adquirir enfermedades como tuberculosis y brucelosis, por consumir carne procedente de ganado introducido de manera ilegal por la frontera Sur y de los llamados “postes” en los cuales se sacrifican animales de forma clandestina.
Señaló que de las 100 mil toneladas anuales que se consumen en Tabasco, 33 mil son de procedencia ilícita, lo que demanda una mejor supervisión por parte de las autoridades estatales y municipales a través de especialistas en estos temas.
En tribuna, Granier Calles estimó que el mercado de tráfico ilegal de ganado que se introduce por nuestra frontera con Centroamérica, puede alcanzar el millón de cabezas, debido a que son especies que no cuentan con el arete del Sistema Nacional de Identificación Individual de Ganado, SINIIGA, ni la guía de tránsito ni la factura correspondiente.
Finalmente, insistió que para hacer frente a estos problemas, es necesario que la SEDAFOP y los ayuntamientos, cuenten con un marco jurídico que les permita, prevenir, combatir y erradicar enfermedades por consumo de productos de animales no sanos, mediante un mejor control sobre la movilización y sacrificio, así como verificaciones para comprobar su sanidad, acreditar su propiedad o posesión.