De Primera Mano
Si en el país la oposición se encuentra lisiada, en Tabasco de plano agoniza con dirigentes políticos que desde 2006 vienen siendo desdibujados por la figura del presidente Andrés Manuel López Obrador, que en 2024 –una vez más– será factor en la definición de la gubernatura.
Sin un partido identificado claramente como adversario principal de Morena, como sucede con el PAN a nivel nacional, en la tierra del jefe de la nación ni el PRI ni el PRD y muchos menos el blanquiazul representan peligro alguno para el vinotinto.
En el sol azteca, que en 2012 ganó la Quinta Grijalva con el expriísta Arturo Núñez Jiménez al ser remolcado por el efecto López Obrador, busca la nominación el senador Juan Manuel Fócil Pérez, quien ha buscado sin éxito la postulación en las últimas dos elecciones estatales.
Moribundo, en los comicios intermedios de 2021, el negriamarillo solo ganó en una de las 17 alcaldías de Tabasco: Paraíso, importante en razón de que ahí se localiza la petroquímica de Dos Bocas.
El PRI tuvo un boom por la candidatura a la presidencia municipal de Centro (que incluye a la capital Villahermosa) del exgobernador Andrés Granier Melo, quien logró 51 mil votos, el 22 por ciento de la votación, mientras el PRD, que nominó a otro exmandatario priísta, Manuel Andrade Díaz, sacó 17 mil sufragios, el 7 por ciento.
Ello, mientras la abanderada de Morena, Yolanda Osuna Huerta, se alzó con la victoria con 139 mil papeletas, que fue el 61 por ciento de los sufragios.
En las elecciones intermedias del año pasado el Revolucionario Institucional no logró ni una presidencia municipal, pero un priísta postulado por Movimiento Ciudadano (MC), Ricky Antonio Arcos, se impuso en Tacotalpa.
En Cunduacán, por primera vez en la historia de Tabasco, un candidato independiente logró un ayuntamiento: Jesús Abraham Cano González fue favorecido por el repudio ciudadano a la alcaldesa morenista saliente, Nidia Naranjo Cobián.
En 2021, Morena ganó en 14 de 17 presidencias municipales y se hizo de las 21 diputaciones de mayoría relativa.
Desde 2000 que López Obrador empezó a destacar en política nacional (ese año ganó el Gobierno de la Ciudad de México), los candidatos del partido del ahora presidente se han beneficiado por su popularidad.
Rumbo a 2024, buscan la Quinta Grijalva el diputado federal plurinominal por MC, Gerardo Gaudiano Rovirosa, ex alcalde de Centro y candidato perredista a la gubernatura en 2018; pero el haber renunciado un año antes como presidente municipal por buscar Plaza de Armas, le genera rechazo en la capital del estado.
También se ha apuntado la exdiputada priísta Lorena Beauregard, cuyo crecimiento en medios obedece a que abandera la lucha ciudadana contra las altas tarifas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Pero quien ha atraído los reflectores es el médico Luis Felipe Graham Zapata, quien fuera secretario de Salud en la administración del priísta Andrés Granier.
Graham Zapata dimitió hace poco al tricolor y se adhirió al PVEM, desde donde ya anunció que buscará el gobierno tabasqueño.
En 2012, Graham Zapata aventajó a Jesús Alí de la Torre en una proporción de dos a uno como precandidato al Ejecutivo local en la encuesta interna del Revolucionario Institucional, mas el CEN impuso a Alí, con quien el PRI perdió por primera vez en 80 años la administración de Tabasco.
Hoy de nueva cuenta la oposición tendrá que batallar contra lo que simboliza AMLO para sus paisanos.