Carta Abierta
¿De qué otra forma interpretar la presencia Raúl Ojeda en la asamblea informativa sobre la iniciativa de Reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, celebrada en Villahermosa el sábado pasado? La respuesta por obvia parece redundante en el sentido de que tanto Obrador, como Adán Augusto y Carlos Manuel Merino cuentan con él para fortalecer al partido, no sólo en Tabasco sino en otras entidades del país.
La foto donde aparece en medio del secretario de Gobernación y del gobernador de Tabasco es reflejo de la valía que significa para Morena en momentos en que hay varias gallinas alborotadas con la sucesión de 2024. A diferencia de otros personajes del partido que pretenden madrugar con su aspiración, como los casos de algunos senadores y diputados federales y locales, con la excepción de una gente seria como Manuel Rodríguez, Raúl Ojeda sigue observando a los toros desde la barrera, sin caer en la tentación del oportunismo.
Razones le sobran para mantenerse en los cauces de la ecuanimidad. Es uno de los cuadros morenistas más cercanos a AMLO, no sólo por su reciente afiliación oficial al partido, que ha sido un mero formalismo, sino por las décadas de lucha que lleva junto a él en la izquierda, al igual que otros morenistas de vieja cuña.
Ya ha anunciado su regreso a Tabasco después de cumplir su tarea en Morelos con motivo de la revocación de mandato del 11 de abril. A menos que Obrador o Adán Augusto lo convenzan de irse a otro estado para fortalecer las elecciones del 5 de junio, el jonuteco será un aliado del gobernador Carlos Manuel Merino y un valioso activo de Morena. Adán Augusto está tan consciente de ello que por eso lo invitó al acto privado del Holiday Inn.
De esta manera. Ojeda se mete de lleno en la carrera por la sucesión de 2024, junto a los otros cuadros con posibilidades reales: Javier May, Octavio Romero Oropeza y Manuel Rodríguez González. El resto de los suspirantes parecen jugar el mismo juego de cada elección: tirarle a la grande para cachar algo de lo que caiga del árbol, ya sea una senaduría o una diputación. Sí, es una pena seguir viendo semejantes procederes desprovistos de dignidad.
: UN VÉLEZ DE QUINTA
Si no fuera porque Federico Madrazo lo dejó como encargado del ‘changarro’ para colarse a Morena en el ámbito nacional, vía Manuel Velasco Coello, el dirigente pevemista sería hoy un cadáver político. Porque no sólo es un mal político… es una mala persona.
En las pláticas preparatorias para una posible alianza estatal en las elecciones de junio de 2021, Vélez tenía la insana costumbre de revelar a otros partidos los acuerdos que se tomaban en las mesas donde participaban también el PRI, PRD y PAN.
Dicen que fue poco fiable, pero además ha aprovechado su cargo para entronizarse como un dictadorzuelo. Además de ser dirigente, se puso en el primer lugar de la lista plurinominal y luego se autonombró coordinador de la fracción.
Por otro parte, ha optado por tirarse a los pies del partido oficial, cuando lo deseable y más sano sería asumir una actitud algo crítica, aunque fuera pequeña, para aparentar al menos estar en siglas distintas.
Para desgracia de los ciudadanos que les votaron, esto es lo que hay en el PVEM de Tabasco: políticos amateurs y de corta estatura política, destinados a tener una brevísima vigencia pública, como les ha pasado a tantos otros de su clase en el pasado.
: RECOGIENDO DESECHOS
Morena está errando en su tarea de fortalecimiento. Le sigue abriendo las puertas a cuadros carentes de peso político, bultos que no aportan algo valioso para el crecimiento del partido. Sigue sumando a cartuchos quemados, sin talento y capacidad política. Lo peor es que buscan desplazar a los militantes que siguen esperando una oportunidad para crecer.
: POSDATA
¿Alguien sabrá quién es Yuliana, Luciana o Ileana Madrigal; a qué se dedica o a qué partido pertenece?