LA POSTA
A MECAPAL. Siembra chile y cosecharás puro chile. Palabra del señor agricultor. Dejo en pausa el caso de la reforma eléctrica para atender de pisa y corre el enredo de la revocación de mandato en el que fanáticos y adversarios del presidente de México cometen un error “de cabeza” al analizar los resultados cual elección presidencial. Unos aseguran que ganó el presidente al obtener 15 millones de votos para continuar en el cargo y otros opinan que perdió pues a pesar de emplear toda la maquinaria gubernamental apenas logró la mitad de los votos que recibió en 2018. Con estos argumentos y una guitarra puedo recorrer de aventón todo el mundo. Para empezar, ningún ciudadano descontento pidió tal consulta, fue el propio presidente quien lo propuso, hecho que me recuerda al popular presidente de Ecuador, Abdalá Bucaram, quien encabezó una marcha de protesta ¡en su contra!, acción absurda que propició que el congreso ecuatoriano lo destituyera. Pordiositosanto.
AL MACHETAZO. Si nos hacemos la pregunta ¿Quién ganó y quién perdió? De entrada, ganó el abstencionismo, 83 por ciento de los electores no se expresaron, probablemente no consideraron necesaria la consulta, aunque simpatizaran con AMLO o estuvieran en su contra. En 2018 elegimos, me cuento, a un presidente por seis años y esperamos que concluye su mandato, que es cuando se conoce la realidad, para sancionar o premiar al partido en el poder. En este momento ignoramos si las grandes obras en construcción (Tren maya, refinería, corredor del Istmo) tendrán los resultados esperados, si fueron buenas decisiones o mal negocio, eso se sabrá hasta que entren en funcionamiento como es el caso del AIFA que no da color y habrá que esperar un tiempo más para considerarlo un fracaso o un éxito.
PARA EL YAGUAL. Los ciudadanos, incluyendo fanáticos, simpatizantes y adversarios se expresan libremente al terminar el mandato, cuando el presidente ya no tiene poder, cuando no puede controlar los medios para esconder la realidad ni ejercer una acción legal o extralegal en contra de los que no estén de acuerdo con su gobierno. En otros países existe la revocación de mandato como cita la 4T, pero no para presidente de la República pues no faltarían grupos políticos que convertirían este sistema en una forma de golpe de estado institucionalizado o una manera de abreviar el acceso al poder. Por eso en países con mayor raigambre democrática, como Estados Unidos, Francia, Alemania, entre otros, solo existe la revocación para alcaldes y gobernadores a solicitud expresa y comprobada de la sociedad civil y es vinculante con el 40 por ciento de la votación general, no el 20 como lo propone Morena para hacerle la vida imposible a cualquier gobernante.
LA CAMINERA. Se maneja que no hubo más votos por escasez de casillas, sin embargo, hubo 93 millones de boletas disponibles y solo se utilizaron 17.5, sobraron 83 millones. Que AMLO perdió la mitad de sus seguidores que votaron en 2018, es muy relativo, si bien es cierto que hubo acarreo de simpatizantes, militantes y presión a beneficiarios de los programas sociales, la mayor parte de las personas acudieron a votar por propia voluntad y de la misma forma, millones de sus simpatizantes decidieron no votar por considerarlo innecesario. Los 17.5 millones de votos recibidos en las urnas no son a favor ni en contra, todo lo contrario, diría el clásico pues al no reunirse el 40 por ciento vinculante, la consulta resultó un simulacro de revocación, sin repercusiones, todo sigue igual. Desde luego, los resultados le servirán a Morena para realizar diagnósticos y rediseñar la campaña 2024. Y ¿Quién perdió? Los mismos de siempre. Sea por Dios.