Para Usted
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El proceder penalmente (demandar por la vía legal) ante los legisladores que votaron en contra de la reforma energética de AMLO, en base a lo declarado hace unas horas por el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, desnuda y pone de manifiesto que la izquierda radical que hoy gobierna a México (y por supuesto a Tabasco), es cada vez menos tolerante con la discrepancia.
Para la Cuarta Transformación, a pesar de que los actuales escenarios claros de confrontamiento contra quienes no comparten la “conducta y proceder oficial” de quienes ostentan el poder político son más que evidentes, revela que el escándalo desde el púlpito oficial de las mañaneras, se ha convertido en el estado natural de la opinión contemporánea, porque, de verdad, les cuesta siquiera concebir la legitimidad del desacuerdo.
Por lo mismo, y dado que el derecho a disentir se ha convertido para muchos en una evidencia, no cabe sino cercar a quienes piensan –y buscan actuar– de modo distinto. Así, el discurso de la diversidad abre paso a una creciente uniformidad de opiniones y criterios, donde el común denominador puede (de hecho, lo está), echar por tierra una de las máximas políticas de la 4T y su creador y precursor (AMLO), que dice, según él, que la política en México, todavía se mueve por emociones y que la sociedad todavía se deja manipular.
En lo que va del presente sexenio morenista, los signos de polarización política son más que evidentes y peligrosos, manifestándose principalmente en la existencia, dijéramos, de una mayor distancia cada vez, entre las opiniones del presidente Andrés Manuel López Obrador, y el resto de los partidos y personajes políticos, empresariales, académicos y sociales.
Los desacuerdos son comunes y son el pan nuestro de cada día, verbi gracia a la conducta y actuación presidencial que exige absoluta lealtad y sumisión, pero a lo que los partidos políticos, sus actores, los empresarios, intelectuales y demás, no están dispuestos a arrodillarse ante el máximo Tlatoani.
Decía un académico europeo que, el grado de polarización política de una sociedad es una variable clave, que cuantifica hasta qué punto la opinión pública se divide en dos extremos opuestos; sin embargo, pareciera que, en este fenómeno, no hay quien tenga la intención de despresurizar el ambiente, sino por el contrario, meterle más leña al fuego
Tenerlo en cuenta es muy relevante: a mayor polarización, más difícil resulta generar consensos amplios entre grupos con sensibilidades distintas para acometer reformas profundas que permitan que la sociedad avance. De este modo, una polarización elevada puede dar lugar a posiciones irreconciliables, lo que dificulta la posibilidad de alcanzar acuerdos.
Es por esto, que el presidente López Obrador, debe desde ya, ponerle un hasta aquí a las descalificaciones que él mismo, desde el púlpito de las mañaneras, orquesta y dirige en contra de los que llama “enemigos de la patria”, “fifís”, conservadores y demás calificativos, que no hacen más que exaltar los ánimos y crear espacios de confrontación.
Tiene que ser el presidente López Obrador, porque esta tarea le debiera corresponder al secretario de gobernación Adán Augusto López Hernández, quien ya no es elemento confiable ni puente, enlace o vinculo institucional para generar acuerdos y mejores condiciones de diálogo y trabajo en bien de los mexicanos y del país, que vive, de verdad, momentos difíciles.
Es cierto, se acabaron los calificativos negativos en contra de los gobiernos de la Cuarta Transformación (4T), en todo el país, y especialmente en Tabasco; ni cuando estaba el PRI, hubo estos escenarios de intolerancia y enfrentamiento “cuerpo a cuerpo”, a bayoneta calada y con el cuchillo entre los dientes, siendo el principal protagonista, cual vil “Rambo tropical”, el presidente López Obrador.
Seamos francos, no se ve por donde vayan a darse estos espacios o franjas de distendimiento de los escenarios, a fin de que vengan espacios de diálogo, acuerdos y negociaciones; mientras tanto, los mexicanos seguiremos con problemas graves de desempleo, inseguridad, malos servicios médicos, falta de oportunidades, el agro abandonado, falta de circulante y demás.

En La Línea de Fuego** imagínese usted carísimo lector, pero estamos muy cerca de que el gobierno arremeta con el uso de las fuerzas armadas y los diferentes cuerpos policiacos en contra de quienes no apoyen o piensen igual que ellos** la intolerancia y su deseo de preservarse en el poder, lo pueden llevar a ello.

En La Línea de Golpeo** Carlos Castellanos Morales, representante electoral ante la instancia oficial respectiva por parte del PRD, urgió a la Contraloría Interna del IEPCT, emitir un dictamen en contra de Blanca Eni Moreno Roa, quien es señalada de ser una de las responsables de la impresión de boletas que tuvieron fallas en el proceso electoral pasado.

Los Malosos** Y es que al hacer mención en cuanto a la aspiración de Moreno Roa para ser consejera presidenta del organismo electoral local, pese al procedimiento que tiene en su contra por la impresión errónea de 761 mil boletas electorales el año pasado; Castellanos Morales dijo esperar que la exfuncionaria electoral no pase en el proceso del ensayo.

Jaque Mate** en este sentido, el representante del partido del sol azteca ante el órgano electoral tabasqueño, solicitó al Instituto Nacional Electoral (INE), actuar apegado a derecho y atender las observaciones presentadas; es decir, tomar en cuanta toda la serie de irregularidades en las que Blanca Eni Moreno Roa, fue la principal protagonista y responsable**hasta mañana Dios mediante.

Por Mario Gómez y González

El autor de PARA USTED es analista, columnista político, corresponsal nacional y reportero local, con más de 30 años de trayectoria periodística en varios medios impresos de gran trascendencia e influencia en Tabasco. Egresado de la UNAM en la carrera de Ciencias de la Comunicación; lector y publirrelacionista nato.