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@vidal_38
Apostando a la amnesia colectiva en el PRI, Erubiel Alonso aspira a ser candidato al gobierno de Tabasco. No, no es broma, no se ría, es en serio.
El ex diputado local acusado de vender candidaturas en su época de dirigente estatal, señalado de fracturar al tricolor, anda arrecho.
Quién no recuerda ese tiempo de comercio partidista. Cuando dirigió al PRI Tabasco, creó una empresa encuestadora, un simple membrete, para simular el levantamiento de sondeos de opinión que supuestamente consignaban los posicionamientos de cuadros en todos los municipios.
“A través de esa empresa fantasma, Erubiel hizo negocios con las candidaturas, porque obviamente él daba como buenas las encuestas. Eso todo el PRI lo sabe”, confió a este espacio un ex militante de ese partido.
Ante la serie de denuncias y presiones, y después de un desastroso desempeño electoral en 2015 y 2016, Erubiel salió por la puerta de atrás de la dirigencia. Fue obligado a renunciar. Sus compañeros le acusaron además de dejarse maicear por el gobierno de Arturo Núñez.
A partir de ahí, ondea la bandera de fiel seguidor de Alejandro Moreno, sombra a la que se arrima, para subsistir en política.
Convencido por la verborrea del balancanense, mandó a Erubiel como delegado del CEN a Campeche para las pasadas elecciones. Le creyó eso de ser magistral operador electoral y al final Morena le dio una paliza al PRI. Triste papel.
Hoy, derrotado en Campeche y sin la diputación local plurinominal que perdió en 2021, Erubiel mide el terruño para reinsertarse a nivel local, después del tiradero que dejó en el tricolor hace seis años.
Quiere ser candidato a gobernador; si no se puede, a senador; si no, a diputado federal, a presidente municipal o manquesea a diputado local. Lo que caiga es bueno.
Un cartucho quemado busca hueso, un hueso con carne para seguir viviendo de la política.
La Morralla
Jorge Bracamontes y Fabián Granier le pusieron sal y pimienta al cierre del periodo ordinario de sesiones en la legislatura local. Que sea a dos de tres caídas para animar una Cámara bien aburrida*** Hablando de diputados, ¿qué le pasó a Miguel Vélez? De la nada perdió color el verde *** Ese Fernando Mayans parece cobrador de Coppel *** Hasta el jueves.