CARTA ABIERTA
Para mantenerse en las grandes ligas del poder se necesita algo más que capacidad e inteligencia política. Y no, no se trata de suerte. Es un factor que nadie puede describir, pero que está presente ahí. Si Adán busca ser el candidato presidencial está contando con ese añadido, según se desprende de la forma en que ha salido ileso de dos momentos adversos que podrían haber echado abajo su idea de llegar a Palacio Nacional.
El primero fue cuando recorrió varios estados del país para promover la revocación de mandato, un asunto prioritario para el presidente Obrador. La oposición lo criticó con dureza al considerar que había dejado de ser un interlocutor válido con las distintas fuerzas políticas del país y hasta se le exigió renunciar a la Secretaría de Gobernación. No obstante, el aparente conflicto se desinfló en las semanas siguientes y Adán Augusto ha continuado teniendo reuniones con personajes de todas las filias partidistas, como lo muestra, por ejemplo, su más reciente encuentro con el gobernador panista de Guanajuato, Diego Sinhue.
El más reciente caso es el de los audios donde el senador pevemista Manuel Velasco Coello habla con el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, a fin de darle un supuesto mensaje de parte del huésped del Palacio de Cobián y del mismísimo presidente del país. Como era de esperarse, la oposición puso el grito en el cielo, con razón, al considerar que se trataba de un caso reprobable de intimidación al más alto nivel.
El propio Manuel Velasco emitió un mensaje, afirmando que ni Obrador ni Adán Augusto habían sido mencionados por él. Insistió también en que ninguno de los dos le había encargado dar algún recado al dirigente priista, tal como este lo afirmó públicamente. Al día siguiente, AMLO hizo lo que todo mundo esperaba: deslindarse de cualquier involucramiento en ese caso, dejando también a salvo al secretario de Gobernación.
Y precisamente Adán Augusto salió a fijar su posición la mañana del jueves, tras ser cuestionado por los audios filtrados por ‘Alito’. Respondió que no, ya que “ellos actúan de distinta manera”. Explicó que está al margen ya que es un asunto de los que “se autograbaron” y de lo que ellos dicen, haciendo una broma de que con su tono de voz no podría amenazar a nadie: “Manuel es mi amigo, es una gente a la que yo estimo. Me tocó ser senador cuando fue gobernador de Chiapas, y por la vecindad manteníamos comunicación y la mantenemos hasta la fecha”. Al preguntarle si había mandado a amenazar al priista, respondió que nunca le pediría a un amigo que transmitiera un mensaje de ese tipo.
Al final, el esposo de Anahí ha exculpado de toda sospecha al presidente y al secretario de Gobernación, asumiendo la competencia de sus comentarios con el líder priista. Lo expresado por Andrés Manuel lo confirma y lo dicho un día después por el titular de Bucareli no hace sino ratificar lo ya ratificado. En un lenguaje legal se diría que no hay causa que perseguir, puesto que el principal señalado, el senador Velasco Coello, ha aceptado actuar por propia iniciativa.
En la CARTA ABIERTA del jueves ya se había adelantado este escenario, y el titular de Gobernación así lo ha confirmado, estableciendo que “nunca” enviaría un mensaje de esa naturaleza.
En ambos casos, el de su gira por la revocación y el de los audios de ‘Alito’, Adán ha salido ileso de lo que podría haber sido un daño irreparable a su aspiración. Esto es algo de lo que no pueden presumir los dos principales competidores internos: Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard. Hasta ahora, en el ánimo de la opinión pública sigue retumbando el grito de justicia ante la tragedia de la Línea 12 que dejó 26 fallecidos en mayo de 2021.
: CAMBIO NECESARIO
Ha sido acertada la decisión tomada por la alcaldesa Yolanda Osuna al remover a Lizbeth Méndez de la Dirección de Comunicación Social del Ayuntamiento de Centro.
La llegada de María Elena Rico Asencio, exvocera de la delegación del IMSS en Tabasco, abre expectativas interesantes para rescatar la imagen del gobierno de la ciudad. Parece la persona correcta para cumplir ese propósito de comunicar de la mejor manera a la autoridad con los ciudadanos.