CARTA ABIERTA
Que la segunda economía del mundo (algunos dicen que ya es la primera) se haya fijado en Tabasco es de tomarse en consideración. China no se anda con juegos y cuando pone sus ojos en una inversión logra grandes resultados para todos los involucrados. Por eso destaca la reunión que el gobernador Carlos Merino ha tenido en suelo tabasqueño con el embajador de la República Popular de ese país en México, Zhu Qingqiao.
Al diplomático chino lo ha acompañado una delegación de empresas de alto perfil en el ramo financiero, de energía, telecomunicaciones, petróleo, gas e infraestructura. El interés del país asiático tiene mucho que ver con la construcción de la refinería Olmeca, proyecto en el que se han invertido cerca de doce mil millones de dólares y que busca lograr la autosuficiencia de México en combustibles.
Merino ha aprovechado la reunión para exponer las ventajas del Sur-Sureste y en especial de Tabasco, estado que ha sido apoyado por López Obrador como nunca antes. Al encuentro han acudido los empresarios locales, sabiendo la importancia de recordar a los chinos que Tabasco es uno de los polos de desarrollo nacional con mayor potencial de crecimiento.
Como ya hay empresas chinas en el estado (Sinopec es una de ellas), el mandatario ha asegurado que su Gobierno seguirá haciendo su parte para que las inversiones chinas, presentes y futuras, sean garantizadas y puedan desarrollar sus actividades con éxito.
De acuerdo a lo dicho por Merino, Tabasco está atrayendo inversiones que “nunca antes se habían visto” en el estado. Puso énfasis proyectos como el Corredor Interoceánico que compite en los mercados mundiales de movilización de mercancías y que contempla la modernización de sus puertos.
También está la construcción del Tren Maya, la refinería “Olmeca” en Dos Bocas, que será inaugurada el 2 de julio, y el desarrollo del puerto industrial de Frontera que atenderá a la industria petrolera, minera, gasera y comercial del Golfo de México.
La cumbre ha tenido una relevancia que mueve a la esperanza de un mejor desarrollo económico para el conjunto del pueblo tabasqueño. Y no, no es exagerado pensar así porque han asistido directivos del Bank of China, Industrial and Comercial Bank of China México, Huawei Technologies de México, ZTE Corporation México, China Communications Construction Company México, Zuma Energía y Sinopec International Petroleum Service México. Y entre las ideas de los chinos está construir nada menos que un gaseoducto que abastecerá a empresas y a consumidores domésticos.
Para darnos una idea de lo que China representa para México, y lo que podría ser para Tabasco, el embajador Zhu Qingqiao dijo que su país es nuestro segundo socio comercial, con un volumen bilateral de 110 mil millones de dólares, una cifra extraordinaria que está sólo detrás de Estados Unidos.
El capital chino en México se ha elevado en los últimos años debido a la buena relación entre los presidentes Xi Jinping y López Obrador. Y con seguridad crecerá mucho más por la coyuntura de la guerra en Ucrania y por el interés del gobierno morenista de diversificar sus relaciones comerciales y no depender tanto de nuestro vecino del norte.
Al final, el mandatario tabasqueño ha convencido a la comitiva asiática de fortalecer y ampliar su presencia en sectores como el financiero, telecomunicaciones, energía, petróleo, gas e infraestructura.
Una clave para que esta reunión no se quede sólo en el discurso es que Tabasco posee el 35 por ciento del agua dulce de todo el país, lo que en estos tiempos es el ‘oro azul’. Y si algunos lo dudan, tan sólo hay que ver lo que ahora mismo pasa en los estados del norte, con una aguda escasez del vital líquido. Esto y más es lo que les interesa a los chinos del Edén. Ahora toca hacer lo conducente para que estos planes fructifiquen en el corto plazo.