PARA USTED


A tan solo dos años de que concluya de manera formal, el periodo constitucional de seis años por el que los mexicanos eligieron como presidente de México a Andrés Manuel López Obrador, es evidente que los resultados no han sido satisfactorios; que estábamos mejor, cuando estábamos peor (con los gobiernos del PRI y del PAN), aunque sea innegable la “popularidad”, que el oriundo de Macuspana, insiste en presumir cada vez que puede.
Evidentemente que, no es lo mismo ser palo que piñata; ser borracho que cantinero; que es más cómodo ser opositor y protestar por todo, que asumir las riendas del país y enfrentarse a la realidad; que los problemas no se resuelven por decreto y que, ya en la posición de poderoso, es mejor escudarse en los errores del pasado, que asumir la parte de la responsabilidad que le toca.
Muy cierto; Andrés Manuel López Obrador, es el político mexicano de los procesos inconclusos o incompletos, en razón de que, hasta el momento, la historia y su propia biografía, nos indican que no termina lo que comienza; que en el último tramo brinca del barco y aborda otro “cayuco”, a fin de que el juicio de la sociedad, supuestamente, no lo toque ni con el pétalo de una rosa.
¿Pruebas inmediatas?, están a la vista de todos los mexicanos y, por supuesto, de los tabasqueños: no concluyó su periodo frente al PRD estatal, al que dejó botado para irse por la dirigencia nacional del partido negro-amarillo; no terminó su periodo como jefe de gobierno de la ciudad de México, para irse en post de la presidencia de la república.
No concluyó su periodo como dirigente nacional de Morena (partido o movimiento político construido por él mismo, a su imagen y semejanza), para ya con la candidatura a la presidencia de México, ganar las elecciones y asumir el más alto cargo al que puede aspirar un mexicano: dirigir y encabezar el destino y los esfuerzos de todos los mexicanos para salir adelante.
Luego entonces, ¿López Obrador, concluirá su periodo constitucional de seis años como presidente de México?; porque en el papel y en la saliva pareciera que sí, pero en la realidad, en los hechos, pareciese todo lo contrario; que AMLO, no culminará su periodo y que ya tiene listo a su sustituto y aprovecha las actuales coyunturas para placearlo: Adán Augusto López Hernández.
Cuando el panorama no le favorece, aseguran los estudiosos y los que lo conocen, López Obrador, gusta de hacerse a un lado; de salirse por la tangente y, en verdad, no es para menos, ya que los problemas ahogan a esta convulsionada nación, presa de la inseguridad, del narco estado o narco gobierno, de la crisis económica; del desempleo; de la quinta ola del covid 19 y de la crisis con los Estados Unidos; donde por cierto, nuestro amado presidente, esta enfrentando con los dos partidos políticos del país del norte; con los republicanos y los demócratas.
Nadie en México, olvida que cuando aspiraba a la Presidencia, fue a reunirse con el presidente Joe Biden; pero no, con los presidentes de Cuba, Venezuela, Nicaragua (con mandatarios dictadores) o los de la izquierda El nombramiento como canciller de Marcelo Ebrard, fue, aseguran muchos, para guiñarle el ojo a los norteamericanos, ya que el titular de la SER, formaba parte del equipo de Hilary Clinton.
López Obrador, no es un experto estratega, sino un animal político, con los genes del PRI, partido en el cual se formó y alimentó de la sabia del poder: AMLO, sabe perfectamente que el país es una bomba de tiempo, verbi gracia la problemática que actualmente los mexicanos viven y sienten en carne propia; por eso, ya es momento en preparar o emprender la graciosa huida y dejar el timón del país a un incondicional: Adán Augusto.
El actual secretario de gobernación, aún no está listo y mucho menos preparado para ser presidente constitucional de este país para un periodo de seis años, pero sí puede Adán, concluir el periodo y estar al frente del operativo sucesorio con el abanderado o abanderada que le toque.
Por eso, lo está preparando; para que AALH asuma el control de la nación previa la elección presidencial, donde lo que busca AMLO, ya lo dijimos aquí en otras anteriores entregas, es continuar como el poder tras el trono; como un Maximato, tal como lo hizo Plutarco Elías Calles, con el “cargo” de jefe máximo de la revolución; AMLO, sería el jefe máximo de la Cuarta Transformación (4T).
La reciente gira por Cuba y Centroamérica, le sirvió a AMLO para sondear y preparar el terreno para su propio exilio; no olvidemos que los expresidentes priistas se fueron a Europa (CSG-EPN), y los Estados Unidos (EZPL); en tanto los panistas VFQ y FCH, se quedaron en México.
AMLO, sabe que a AALH no le alcanzan todas las canicas para ganar la elección presidencial y que la popularidad del macuspanence, no se la puede transferir; sabe que Claudia Sheinbaum, tampoco es garantía de triunfo, en contra partida de Marcelo Ebrard Casaubón, que si puede ganar; si es un estadista y cuenta con el respaldo de los Estados Unidos. En fin, el corrido lo dirá** hasta mañana Dios mediante.

Por Mario Gómez y González

El autor de PARA USTED es analista, columnista político, corresponsal nacional y reportero local, con más de 30 años de trayectoria periodística en varios medios impresos de gran trascendencia e influencia en Tabasco. Egresado de la UNAM en la carrera de Ciencias de la Comunicación; lector y publirrelacionista nato.