LA POSTA
SIRVAN LA PRIMERA. Uno pone, Dios dispone, viene el Diablo y descompone. Masho lanzó una piedra al aire para celebrar el triunfo de su equipo, de caída, a una velocidad de 9.8 metros por segundo, pegó en la cabeza de Licho, sufrido aficionado del bando contrario quién reclamó una fuerte indemnización. Tavo, vendedor de “bolita”, agobiado por la falta de dinero para curarse la cruda, confiando en el cálculo de probabilidades, inventó un número que vendió a un alegre parroquiano en la cantina La buena Suerte que esa noche hizo honor a su nombre cuando el gritón de la Lotería Nacional confirmó el número ganador del premio mayor, el mismo inventado por Tavo. Cada fiesta de fin de año, los socios juntaban una fuerte suma que obsequiaban al primero que pasara por la puerta del club el primer minuto del 1 de enero. A esa hora el hombre más tacaño y rico del pueblo pasó rumbo a la casa de su vecino a gorrear la cena. Dinero llama a dinero. Pordiositosanto.
LA QUE SIGUE BIEN FRÍA. En política la buena suerte cuenta tanto o más que la preparación. Algunos precandidatos o candidatos a un puesto de elección popular expresan en campaña que se han preparado para gobernar a su pueblo, a su estado, a su país, que nada han dejado a la casualidad ni a la improvisación. Sin embargo, en política, la buena suerte muestra un comportamiento consecuente, nadie duda que cuenta más que la preparación, más que los buenos hábitos, que la ciencia y la tecnología. Un frustrado aspirante al gobierno de Tabasco, volvió a renacer cuando el candidato oficial murió de un infarto en plena campaña. Azucarero de origen y político de vocación, suplió al candidato fallecido y con su gran talento realizó una buena administración de 1971 a 1976. Este mismo personaje al terminar su mandato, lo llamaron para hacerse cargo de la poderosa Comisión Nacional de la Industria Azucarera al ser asesinado su titular por uno de sus nietos. La suerte, es como la muerte, llega en cualquier momento sin avisar.
UNA MÁS, AHÍ. Tal parece que el dicho: “suerte te dé Dios que el saber poco te importe” es parte del Manual de Organización del actual gobierno pues la administración pública federal, estatal y municipal nunca había mostrado tan baja calidad debido a la designación en puestos de mucha responsabilidad a personas de bajo perfil académico y laboral, con pésima reputación y nula experiencia, contratados conforme a la política de 95 por ciento de lealtad y 5 por ciento de conocimientos. Los gobiernos llamados conservadores han sido más rigurosos en la designación de sus funcionarios públicos, aunque mantienen la tónica de contratar amigos y militantes, les exigen suficiente experiencia en el ramo.
Y LA CAMINERA. Si Morena-AMLO continuará ganando elecciones sin importar quienes sean los candidatos. ¿Sería mucho pedir que escoja a los mejores para gobernar y estos a los más capaces como funcionarios públicos? Actualmente los gobiernos estatales más exitosos son los panistas y los peores, los morenistas, conforme a sus resultados y las encuestas de opinión. Los panistas seleccionan con rigor a sus gobernantes y funcionarios en tanto que los morenistas, dejan todo al azar, a la buena suerte, a la política de la mayor lealtad y el menor conocimiento. A dos años de las elecciones federales y locales, es fácil distinguir a los mejores hombres y mujeres de la 4T, aquellos con experiencia, títulos y personalidad para aparentar lo que pretenden ser. Es muy importante para el futuro del país una buena selección de los políticos que gobernarán después del 2024 porque ya no estará en Palacio Nacional el líder que hoy gobierna y que hace la tarea por todos, aunque digan que seguirá mandando tras bambalinas, no tendrá todos los hilos para seguirlos jalando. Sea por Dios.