CHAPALEO
(55 años de actividad periodística en prensa, radio y TV)
AHORA RESULTA que después de más de tres años disfrutando de ese cargo, el subsecretario de pesca Alejandro García Baduy, se da cuenta que la institución a su mando no tiene estadísticas propias sobre la producción pesquera en el Estado y que con los únicos datos que cuenta son los que les da la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca
UNA NOTA informativa realizada en mayo de este año por el periodista Andrés Olmos, refiere que la citada subsecretaría no tiene información propia de esta actividad, “no tenemos información pertinente de cómo estamos trabajando, qué es lo que hay que hacer, cómo estamos por municipios, no hay nada en la subsecretaría”, asegura García Baduy
POR SU parte el periodista José Pérez en una interesante investigación respecto a esta misma actividad refiere que la producción ha caído en un 70 por ciento y que se debe a la falta de apoyo, ausencia de canales de comercialización, la contaminación, reducción de áreas de pesca por las plataformas petroleras, no tienen equipo apropiado, no hay lanchas, carecen de combustibles y de motores en buenas condiciones.
UN ESTUDIO realizado por investigadores de la División Académica Multidisciplinaria de los Ríos, de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, revela que los factores que impiden el avance de la actividad acuícola es la falta de un enfoque empresarial, el poco interés para crear empresas dedicadas a la acuacultura, el desconocimiento de la administración de una cooperativa pesquera, la contaminación de mantos acuíferos y los ríos, el alto índice de la pesca ilegal, entre otros causas.
ES JUSTO señalar lo que todos sabemos, Tabasco cuenta con 190 kilómetros de zona costera frente al Golfo de México, el 35 por ciento del volumen de agua dulce de todo el país está en Tabasco, tiene un padrón de 15 mil 698 pescadores, 28 embarcaciones mayores, cinco plantas pesqueras, cinco mil 427 embarcaciones ribereñas y 127 unidades de producción acuícola.
DE AHÍ el porque nos damos el lujo de andar presumiendo “vengo de la República del agua” y es cierto, lo que no se dice es que nuestras aguas están contaminadas, retenidas en las grandes presas en el Alto Grijalva que las abren cuando así conviene si hay mucha lluvia las abren y si hay sequia las cierran, provocan inundaciones a propósito, no hay sistemas de riego, el ganado muere, los campos cultivo se secan. No hay programas al campo
Y CLARO que hay más, mucho más, pero por hoy, me voy no sin antes comentarles que con tanta agua que tenemos la gente del norte y centro del país seguramente nos envidia.