CARTA ABIERTA
Desde antes del arribo de Francisco Castillo como dirigente estatal del PAN, el entonces presidente del CDE del PRI, Erubiel Alonso Qué, tuvo una extraña cercanía con ese partido, justo en el sexenio de Arturo Núñez Jiménez. Y todo apunta a que ahora busca retomar ese papel al alentar la candidatura de su prima Jemima Alonzo Qué al liderazgo del blanquiazul en Tabasco.
Erubiel llegó a la dirigencia del tricolor en noviembre de 2013, un año después de que Arturo Núñez rindiera protesta como gobernador de Tabasco. A partir de ese momento, el mandatario estatal tendió una red de amistad y fuerte cercanía con el líder del PRI. De forma paralela, Erubiel se acercó al entonces dirigente blanquiazul, Jorge Ávalos Ramón. La relación Erubiel-Ávalos se reflejó en el cambio de dirigencia en el PAN, en 2015, donde los rivales fueron José Alfredo Gómez Vázquez y Francisco Castillo.
En el momento de las definiciones, Núñez se decantó por la aspiración de Paco Castillo y lo mismo hizo el actual dirigente nacional del Movimiento Territorial del PRI. Castillo formaba parte del llamado Sindicato, una corriente interna en el PAN liderada por Gerardo Priego Tapia, Jorge Ávalos y Pedro Gabriel Hidalgo Cáceres. En realidad, José Alfredo Gómez representaba al grupo que buscaba ser una auténtica oposición, mientras que la facción de Castillo quería seguir teniendo cercanía con el régimen perredista de Núñez.
Al final, en noviembre de 2015, Castillo asumió la dirigencia estatal tras haberle ganado la votación a José Alfredo Gómez, hijo de la reconocida panista Gloria Vázquez y discípulo político de Juan José Rodríguez Prats. El festejo de su victoria no sólo se dio en la Quinta Grijalva sino también en 16 de Septiembre, ya que Erubiel había tendido puentes muy sólidos de comunicación con Castillo. Todos estos sucesos se dieron porque Núñez buscó controlar a los partidos de oposición desde Palacio de Gobierno, entonces bajo las siglas perredistas.
Ahora, con la aspiración de Jemima Alonzo Qué a la dirigencia panista, parece que Erubiel busca reeditar esa victoria obtenida por medio de Francisco Castillo. La idea es que cuando la Alianza por Tabasco —compuesta por el PRI-PRD-PAN— empiece a discutir la candidatura al gobierno de Tabasco, el PAN se decante por él para ese cargo. Pero aun si Erubiel no obtuviera la nominación a la ‘grande’, le quedarían aún tres posibilidades: ser senador, diputado federal o legislador local.
Es decir, el apoyo del originario de Balancán para su prima tiene un propósito personal que nada tiene que ver con la posible influencia que podría lograr el tricolor sobre el blanquiazul. Todo cobra sentido, porque se dice que Jemima está identificada con El Sindicato. Por eso es arropada por el exdirigente Pedro Gabriel Hidalgo Cáceres, además, claro está, de Jorge Ávalos y Gerardo Priego (el apoyo de Paco Castillo ya no es tan claro porque se le ha visto tocar las puertas de Morena y se da como un hecho su adhesión a este partido).
La actual dirigente provisional del PAN, Kathia Bolio Pinelo, parece tener muy clara la disyuntiva entre seguir dejando al partido en manos de El Sindicato, con Jemima Alonso Qué, o darle un nuevo aire de renovación con la otra aspirante a la dirigencia: Elda Llergo.
Como para no ocultar el abierto apoyo a su prima, el dirigente del Movimiento Territorial del CEN del PRI aprovecha cualquier oportunidad para alentarla, con frases como “¡vamos a ganar!”. Este es, pues, el interés del señor Alonso: garantizarse su aparición en las boletas electorales cuando llegue el momento de la asignación de las candidaturas. Y el PAN, como parte de la Alianza, tendrá voz y voto.
(Por cierto, el exgobernador Arturo Núñez también estaría de plácemes al ver que su amigo de Balancán sigue saliéndose con las suyas, hasta en otros partidos. Como dijeran en el pueblo: “¡Salió vivillo el muchacho!”).