CARTA ABIERTA
La rebelión de Javier May al interior de Morena no ha caído nada bien en el círculo cercano al presidente. Desde el lunes a primera hora, Obrador reprobó, en privado, la reacción de los simpatizantes del director de Fonatur tras haber quedado fuera de la dirigencia de Morena en Tabasco, ganada por Adán Augusto. Apoyar la aspiración de Claudia Sheinbaum, en detrimento del secretario de Gobernación, ha sido una pataleta inapropiada, un error de cálculo por parte del señor del Tren Maya.
En principio, si Obrador quisiera que Javier May fuera el candidato a la gubernatura de Tabasco, le habría cedido uno de los dos puestos más importantes en la dirigencia morenista. Pero no le otorgó ni uno solo. La presidencia en manos de Tey Mollinedo y el Consejo Político en poder de César Raúl Ojeda Zubieta, confirmaron que el director de Fonatur no será el abanderado en 2024. Por el contrario, pareció apuntalar al actual delegado en Morelos, en espera de que una vez terminada esta gestión comience a caminar por todo Tabasco, portando la bandera de su nuevo cargo. Sin embargo, no va solo. Ahí están también una Rosalinda o una Mónica Fernández Balboa (por la equidad de género) y un Manuel Rodríguez González.
El berrinche de Javier May con el respaldo que sus simpatizantes dieron a Claudia Sheinbaum, por medio de la diputada Lorena Méndez Denis y José Ramiro López Obrador, es un error que va a salirle caro. No sólo se ha enfrentado de forma directa con Adán Augusto sino también con el propio Andrés Manuel. Porque le mete ruido al manejo del relevo gubernamental en 2024.
La rebelión del domingo ha exhibido en público lo que todo mundo dice en Morena sobre el director de Fonatur: su carencia de inteligencia política y sentido común. Sus constantes errores en la construcción del Tren Maya llevaron a que el presidente lo declarara como un asunto de interés nacional y que la Secretaría de Gobernación tomara, de facto, el mando del proyecto. Por eso, no sería una sorpresa que lo movieran de Fonatur. Más, si en el titular de esta dependencia hay incomodidad al verse bajo el mando de su paisano y rival político.
La presencia de ‘Pepín’ López Obrador al lado de May tampoco implica que el presidente esté de acuerdo con la postura de su hermano. Más bien, parece una maniobra del originario de Comalcalco para tratar de convencer a los morenistas de que AMLO apoya su aspiración a la gubernatura. En todo caso, sabiéndose fuera de toda posibilidad, la asonada del domingo parece una presión para obtener el mayor número de posiciones políticas para él y sus seguidores. Sin embargo, las formas han sido las incorrectas porque el apoyo a la jefa de Gobierno de la CDMX ha dado la vuelta al país, en perjuicio de la imagen de Andrés Manuel y del inquilino del Palacio de Cobián.
Por eso es que el gobernador Carlos Manuel Merino y el secretario de Gobierno, Guillermo del Rivero, han dado la cara al calificar la renovación de la dirigencia como una muestra de democracia y unidad. Pero no se han quedado ahí. Cuando un reportero le preguntó al Capitán si quienes apoyan a Claudia Sheinbaum desde Tabasco son unos “traidores”, respondió que esto lo juzgarán los ciudadanos. Al mismo tiempo, el responsable de la política interna subió un tuit con esta cita de Pedro Calderón de la Barca: “Siempre el traidor es el vencido y el leal es el que vence”.
A pesar de toda esta vorágine que ha derivado en una lectura de rompimiento, la realidad es que Morena en Tabasco se mantiene firme en torno a AMLO, Adán Augusto y el gobernador. La rabieta de Javier May lo sitúa en una frágil posición de aislamiento y automarginación, demostrando la poca convocatoria que tiene sobre el grueso del morenismo local.
Y es que aun suponiendo que Sheinbaum fuera la candidata, el presidente no va a soltar la sucesión en su tierra. Y May no será su candidato. Al dejarlo fuera de los dos cargos de dirección más importantes del partido en Tabasco es una señal más que clara en ese sentido.
Ahora, la cuesta luce empinada para el director de Fonatur. No sólo se ha estrellado de frente contra Adán. También se ha puesto como ‘Sansón a las patadas’ con Obrador y Carlos Merino. Vaya error de cálculo.