CARTA ABIERTA
Una nota del portal Tabasco Hoy confirmó que por lo menos seis funcionarios fueron cesados el martes. De estos, cinco pertenecían al Gobierno estatal y uno al Gobierno municipal de Cárdenas. Los primeros tres movimientos dados a conocer fueron la salida de Sheila Cadena, titular de la Secretaría de Desarrollo Energético, Sedener, sustituida por María Luisa Somellera. Luego, Francisco Sánchez Ramos salió de la Coordinador Estatal para la Regulación de la Tenencia de la Tierra, CERTT, sitio ocupado ahora por Guadalupe Cruz.
Después se anunció la salida de Roberto Mendoza Flores de la Dirección de Desarrollo Social del Instituto de la Vivienda de Tabasco, Invitab, y luego el despido de Dulce Zentella de la Dirección del Deporte del Instituto de la juventud y el Deporte de Tabasco, INJUDET. Benito Lara Romero salió de la Coordinación de Asuntos Jurídicos del Poder Legislativo. La destitución más reciente fue la de Iván Peña Vidal, que ocupaba la Dirección de Tránsito Municipal en Cárdenas.
Ante estos movimientos generados luego de que el domingo 21 dieran su respaldo a la candidatura presidencial de Claudia Sheinbaum, con el director de Fonatur, Javier May Rodríguez, como su líder y aspirante a la gubernatura, Carlos Merino puso ecuanimidad a un torbellino que sacudió a Morena en Tabasco y que dio pie a las más diversas interpretaciones.
El gobernador anunció que vienen más cambios en su gabinete y pidió “no hacer telenovelas donde no hay”. Aseguró que las remociones de funcionarios estatales son normales, sobre todo porque el 27 de agosto cumple un año en el interinato de la administración estatal.
En un afán conciliador y tratando de calmar los ímpetus de quienes vieron esto como una represalia, señaló que a los tabasqueños “nos gusta un poco generar telenovelas, no hay que ver telenovela donde no hay, simplemente nosotros tenemos un año en el cargo. Incluso puedo recordar que los medios de comunicación y algunos actores estaban pidiendo cambios, y pues llegó la hora de los cambios y habrá más, seguramente”. También añadió: “No hay que editorializar, no hay que distorsionar. Son cambios que se dan en las administraciones estatales, municipales y federales. Es mera coincidencia”.
De acuerdo a otra información publicada en Tabasco Hoy, el mandatario afirmó que se respeta la opinión de quienes no están de acuerdo con los cambios, pero se tienen que dar, afirmando que “el único grupo político es el de la Cuarta Transformación al que pertenecemos todos”. Cuestionado sobre si fueron removidos por haberse pronunciado a favor de Sheinbaum, el Capitán, afín a la corriente política de Adán Augusto López, sostuvo que eso “es solo una apreciación”.
En términos prácticos, lo que el mandatario busca con estas declaraciones es poner sensatez a unos movimientos que sacudieron al morenismo tabasqueño. No hay escarnio ni burla, pero sí mano firme. Será complicado que los simpatizantes de Javier May, la cabeza del grupo de servidores públicos cesados, acepten los argumentos del Capitán. Pero por ahora, con sus declaraciones, Merino parece haber dejado la puerta abierta para nuevos consensos.
: “AL QUE LE VENGA…”
El secretario de Gobierno, Guillermo del Rivero, no se echó para atrás en el tuit que subió la tarde del domingo, luego del respaldo que algunos funcionarios morenistas dieron a la jefa de la Ciudad de México.
«Si alguien se pone el saco, ya será problema de ellos», dijo en una entrevista. Negó que ese tuit llevara dedicatoria. Indicó que quienes forman parte de la 4T tienen que seguir trabajando para consolidarla y descartó que haya división al interior del partido. Aseveró que todos están en su legítimo derecho de emitir sus opiniones sobre cualquier propuesta política.
«Yo hice una cita y la reitero ‘los traidores son los vencidos’ y bueno, si alguien se pone el saco, ya será problema de ellos (…). Todos quienes somos parte de la 4T que inició el presidente López Obrador, tenemos que seguir trabajando para consolidarla», dijo a los reporteros para dar fin a esa polémica.
Por lo que se ve, Del Rivero tiene muy claro que una de sus tareas políticas es quitarle algo de carga al gobernador. Lo viene haciendo de forma evidente.