TABASCO POLÍTICO
El intolerante secretario de FONATUR, Javier May Rodríguez, los utilizó, y tal y como tenía que ocurrir, fueron corridos de los cargos públicos que ocupaban en el gobierno de Tabasco.
Obviamente, que me estoy refiriendo a los ex titulares de Energía, de la dirección de Desarrollo Social del Instituto de la Vivienda, de la dirección del Deporte del Instituto de la Juventud y el Deporte y de la Coordinación Estatal para la Regulación de la Tierra, Sheila Cadena, Roberto Mendoza, Dulce Zentella y Francisco Sánchez, respectivamente.
Lo mismo hizo el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso tabasqueño, Jaime Lastra Bastar con Benito Lara de la dirección Jurídica del Congreso estatal y la edil de Cárdenas, María Esther Zapata con Iván Peña de la dirección de Tránsito Municipal.
No tenían de otra.
Maliciosamente el rupestre titular de FONATUR, May Rodríguez, los condujo “derechito al matadero”, al llevarlos en días pasados -21 de agosto- a un evento en favor de las aspiraciones presidenciales de la mandataria de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
Con el propósito perverso y ruin de “amarrarle navajas” al gobernador Carlos Manuel Merino Campos con el encargado de la política interna del país, Adán Augusto López Hernández.
La presencia de estos malagradecidos y desleales ex servidores públicos en el acto proselitista organizado por uno de los aspirantes a relevar a Merino Campos en el 2024, con el evidente propósito de que se interpretara, principalmente en los círculos políticos locales, como una felonía del inquilino de la Quinta Grijalva.
La perniciosa jugada tuvo una oportuna, puntual y merecida respuesta por parte del gobernador tabasqueño, quien en cuestión de horas ordenó el cese fulminante de quienes habían sido invitados a colaborar en el presente gobierno por el entonces ex titular del Poder Ejecutivo López Hernández.
En honor a la verdad, hizo políticamente lo correcto. Literalmente, lo obligaron a tomar la decisión, ya que, estaba en juego su prestigio, su lealtad, su honorabilidad, su amistad…con el huésped de Palacio de Cobián.
Desde luego, que pudieron haber otros motivos que generaron la remoción de estos chaqueteros ex funcionarios, pero creo y estoy seguro que la sustancial de ellas, es que el ex secretario de Bienestar los usó para golpear política a Merino Campos.
Nada más que les “salió el tiro por la culata”.
Y los grandes perdedores resultaron ellos, mejor dicho, Javier May Rodríguez, que se quedó sin operadores políticos dentro de la actual administración, y para acabarla de amolar, perdió la presidencia del Consejo Político de Morena y se quedó sin carteras en el Comité Directivo que preside Tey Mollinedo Cano.
Fue un domingo de duro reveses, sin duda alguna, para las aspiraciones del tozudo y obcecado encargado de FONATUR.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
El dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, dobló las manos.
La gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román, se salió con la suya. Logro que su acérrimo adversario político no solo traicionara a sus pares del PAN y PRD, Marko Cortés Mendoza y Jesús Zambrano, sino que pusiera en riesgo: la alianza Va Por México.
Sansores San Román obligó a su paisano a “negociar”. La publicación escandalosos de los videos en su contra lo dejaron sin parque para defenderse.
Con toda seguridad iba a ir a prisión.
No lo salvaba ni Dios Padre.
Y es que las pillerías que cometió durante su desastrosa administración campechana lo sepultaron.
Política y legalmente era y es indefendible, de lo contrario, hubiera seguido de fanfarrón y apantalla pendejos.
Finalmente, tuvo que hincarse y pedir perdón en Palacio Nacional, tal y como lo explica la propuesta legislativa de su correligionaria y homóloga federal de que continúe el Ejército seis años más en las calles.