LA POSTA
JUEVES SOCIAL. El domingo 2 de octubre acudí a Cunduacán a convocatoria del ilustre abogado, político, notario público, poeta y prolífico escritor, Heberto Taracena Ruiz, invitado a presentar su último libro, Raizales III, ante un nutrido y selecto público de todo el estado reunido por la amistad, el paisanaje y la literatura. Agradezco a Heberto Taracena el honor de participar en su obra literaria número 13 con una breve introducción que intenta describir el contenido, la que a continuación comparto. Pordiositosanto.
UNO. “Puedo asegurarles, con la certeza que dan los sentimientos, que este tercer libro de la serie Raizales, es producto del amor. Amor a la familia, a los amigos, amor al terruño nativo, amor a la cultura, a la literatura, a los valores, amor a Tabasco, a sus tradiciones y costumbres, amor al pasado y el presente, amor convertido en letras que viajan por el tiempo y se quedan a vivir entre nosotros, entre añoranza y nostalgia. Esta obra fue bordada a mano, de manera artesanal, en tela de manta con una aguja muy fina y una paciencia infinita. Desde la primera parte hasta los últimos acontecimientos de la pandemia, el autor va enhebrando recuerdos, tradiciones, sucesos y costumbres, en un lugar de la Chontalpa donde personajes disímbolos le dan fuerza al lenguaje cotidiano que los alienta e identifica, en una ciudad que ha visto pasar varias veces la carroza de los cambios repentinos sin inmutarse; que conserva esa actitud y carácter de la siesta permanente, bajo el manto de los amaneceres y los suculentos atardeceres cuando el sol se oculta detrás del sonoro campanario de “Las Mirandillas”.
DOS. En Raizales III, podemos tocar con la mano la sinceridad del escritor quien deja caer todo el peso de sus apellidos en 243 páginas y 76 temas. Entre nostalgias y arrebatos muestra su propuesta literaria uniendo remembranza y añoranza, apropiándose del tiempo en un libro cuyo contenido se remite a los mejores años de su vida reflejando la cultura de un pueblo que como muchos en Tabasco vivieron un pasado ceremonioso antes del auge petrolero.
Apasionado de la poesía, su primer soneto fue visto y leído por el más grande crítico literario de México quien comentó: me hubiera gustado escribir “La música del grillo”. En el amanecer de su afortunado primer encuentro con Carlos Pellicer Cámara, el poeta de América, el autor fijó su pasión por la poesía, pero dado que no toda la poesía es verso, en ese lance encontró en la narrativa una forma de versificar y comunicarse con sus lectores.
Y TRES. El conocimiento de las tradiciones y costumbres del pueblo se percibe en toda la obra; el manejo del lenguaje choco se impone dándole vida a los relatos de personajes muy queridos de esa población de la Chontalpa y en sincero homenaje a otros autores tabasqueños. “Ñame y chayote en la olla/ de barro, granos de sal; cocina, techo de palma/cuerdas de leña a entongar”. (Romance en ABECÉ a don José María Bastar Sasso). Doña María Dolores Ruíz de Taracena vivió hasta los 45 años, pero la brevedad de su existencia contrasta con su gran obra maternal, en la educación de sus hijos y la única nieta que conoció antes de morir. Don Gregorio Taracena, fue el complemento perfecto de esta gran mujer. De esa levadura es el autor.
LA ÚLTIMA. La pandemia actual que nos asola no podía pasar desapercibida en estos textos y contextos que reseñan pasajes de la gripe española vivida hace 100 años por los habitantes de Tabasco de manera singular. De enero a diciembre, del campo a la ciudad, las anécdotas de amigos y personajes simples y complejos se suceden en un ir y venir entre ríos, lagunas, pantanos y madreados del cacao. Todo podrá morir, menos la historia contada a gajos por el placer estético que se recrea en estos relatos que caen uno a uno como gotas de sudor primaveral.
Cuando llegue a sus manos este libro, ya habrá concluido el solsticio de invierno, 2021 habrá quedado atrás, con su lengua de fuego en suave dormivela.” (Sea por Dios).