LA POSTA
NOBLEZA OBLIGA. Ojos que no ven, corazón que no siente. “Llévense esas chingaderas”, fue la orden del jefe de gobierno de la CDMX al obsequiar a sus súbditos los regalos baratos que con mucho amor y no menos esfuerzo le llevaban los humildes artesanos admiradores del político tabasqueño por su sencillez y discurso encendido en contra de los políticos fifís que, según la visión del hoy presidente de la República, desprecian a los pobres. Mi fuente, colaborador cercano de AMLO durante muchos años, asegura que el almacén rebosaba de tantos obsequios, unos caros y otros baratos, que de estos últimos se desprendía inmediatamente el jefe de gobierno obsequiándolos a sus ayudantes y familiares, como lo hacen la mayoría de los políticos de derecha y de izquierda. Pordiositosanto.
SIRVAN LA OTRA. Este testimonio no necesita pruebas, la lógica indica que la necesidad de limpiar un almacén implica desechar aquello que no querrás utilizar ni mantener a menos que seas un acumulador compulsivo, esos que sienten una tremenda necesidad de guardar gran cantidad de objetos o cosas inútiles, de poco valor o que prevé usar jamás. La acumulación compulsiva es una enfermedad según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a menos que tenga un objetivo específico y ordenado, entonces cae en la clasificación de coleccionismo. Lo que distingue al acumulador compulsivo del coleccionista es el orden y la utilidad de los objetos o cosas que acumula. Por ejemplo: si son libros, el acumulador es un investigador, un estudioso, un intelectual, incluso puede ser un periodista; si es dinero, el acumulador es capitalista, banquero u hombre de negocios; si es poder, el acaparador es político, estadista o dictador.
AGUARRÁS CON COLA. En lo particular, me considero un acumulador compulsivo de periódicos y revistas, de testimonios, sueños y buenos deseos. He acumulado durante muchos años un archivo periodístico que mi esposa se encargó de depurar con ayuda de un fabricante de piñatas que compra periódicos y libros por kilo. Por fortuna paré en seco la depuración y aún conservo revistas y periódicos de la época en que todos los políticos de Morena eran del PRI empezando por los bien amados, Andrés Manuel López Obrador y Adán Augusto López Hernández. Sólo con revisar este archivo puedo constatar que los políticos hoy dicen una cosa y mañana otra, que en su mayoría son ingratos y traidores, no son dignos de confianza pues ponen sus intereses personales y de grupo por encima de la ley y la justicia.
LA DEL ESTRIBO. Los testimonios personales no aparecen en ningún papel, video o audio, pero están ahí, en los recuerdos, sujetos a la confianza y el análisis de los lectores cuando se exponen en una columna, en un artículo, en un libro, como es el caso de “El rey del Cash”, Bestseller de Elena Chávez González a quién los fanáticos de AMLO le exigen pruebas de sus dichos mientras creen religiosamente en cualquier cosa que diga el presidente en Las Mañaneras aunque carezca de pruebas y de sentido común. La mención a Elena, me lleva a considerar que las mujeres periodistas y luchadoras sociales mexicanas han puesto el ejemplo de dignidad y valentía ante el abuso del poder desde hace varios lustros, es el caso de Carmen Aristegui, Ana Lilia Pérez, Anabel Hernández, Lily Téllez, Lydia Cacho, Denis Dresser, Azucena Uresti, Alejandra Xanic, Elena Poniatowska, Rosario Robles. María Amparo Casar, entre otras. La historia nos dice y nos confirma, que las mujeres en México han sido parte fundamental de la resistencia contra el autoritarismo, desde Sor Juana Inés, pasando por Carmen Vélez “La Generala”, hasta doña Leona Vicario, Josefa Ortiz de Domínguez y un sinnúmero de guerreras mexicanas. Las mujeres aguerridas de Tabasco merecen un comentario aparte. Sea por Dios.