CARTA ABIERTA 

En una de sus más difíciles conferencias matutinas, López Obrador ha reconocido que la construcción del Tren Maya, TM, está en riesgo. Esto no sólo traerá cuantiosas pérdidas económicas, sino que tampoco será terminado en 2024. Si bien no lo ha señalado de forma directa, se sabe que el presidente está muy molesto con el responsable del proyecto, el paisano Javier May Rodríguez. Por ello no habría sido requerido para la ‘mañanera’ del lunes en Palacio Nacional.

En círculos cercanos a la Presidencia se comenta que López Obrador está decepcionado por la forma en que el director de Fonatur ha manejado las negociaciones con los diferentes grupos involucrados. Cuando Javier May fue nombrado en su nuevo cargo (enero 2022), el presidente le encargó no caer en los errores cometidos por su antecesor Rogelio Jiménez Pons.

Como se sabe, cuando Jiménez Pons estuvo al frente de este que es uno de los proyectos insignia de la 4T, incurrió en transas e irregularidades que fueron documentadas por la prensa del centro del país. Si bien no se sabe que May haya repetido lo mismo que su antecesor, no ha tardado en mostrar su falta de oficio político para resolver los distintos diferendos en el trazado. Esto ha llevado a que el presidente advierta: “Si no hay acuerdos con los ejidatarios, el Tren Maya concluirá en Xpujil y no llegará a Chetumal”.

En el Tramo de Xpujil a Chetumal hay ejidatarios que buscan una indemnización de cuando se construyó la carretera de Escárcega a Chetumal, a principios de los años 60, en una demanda de más de medio siglo. El caso es que deben asegurarse unos 500 kilómetros de derechos de vía antes de continuar con la construcción de los dos últimos tramos del proyecto turístico, que representa una inversión de más de 200.000 millones de pesos (10.000 millones de dólares) y conectará a cinco estados de la región sureste.

En este punto es donde Javier May ha fracasado en llegar a una negociación que deje contentos a todas las partes. No ha podido hacer valer el acuerdo para que los propietarios se beneficien como socios, a la vez que las compensaciones no puedan ser mayores a lo establecido por la ley.

Si los propietarios aún deciden oponerse al proyecto, AMLO intentará construir la línea donde pueda asegurar derechos de vía y cancelará el tramo siete. Otro error de May es no haber concluido los estudios geológicos para no construir donde haya ríos subterráneos, cenotes y se opte mejor por hacer desvíos o puentes.

Mientras el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, cumplió con la terminación del AIFA, y Rocío Nahle, titular de Energía, ha hecho lo propio con la refinería Olmeca, el director de Fonatur tiene al Tren Maya a punto de un estrepitoso chasco. Se ha quedado corto en el diálogo y los acuerdos, sin saber qué hacer. Y esto es lo que tiene muy molesto a López Obrador.

Por si fuera poco, el columnista del diario Crónica Leopoldo Mendívil añade tres ‘focos rojos’ más:

1. Para el Tramo 3, no se ha llegado a un acuerdo económico/legal para el ¡60 por ciento! de los predios. El Tramo 4 va peor, porque ahí falta el 64 por ciento.
2. La coordinación interinstitucional tampoco marcha. El presidente no ha sido informado sobre las muchas notas críticas a la obra de parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia, debidas al daño irreversible que genera la construcción.
3. En la SEMARNAT, la Procuraduría Ambiental y los órganos oficiales encargados de la protección del medio ambiente simplemente están de brazos caídos. En lugar de cumplir con su responsabilidad, avalan todo lo necesario para que avance del TM, sin un verdadero trabajo científico.
A partir de su llegada al proyecto TM, termina Leopoldo Mendívil en su columna, May hizo gala de su prepotencia característica. Comenzó con una serie de despidos, aprovechando la figura de outsourcing, muy probablemente para dar chamba al equipo de tabasqueños que llegó con él.

Ante este negro panorama, May no sólo está a punto de perder cualquier opción a la candidatura de gobierno, que para el caso es lo menos importante para los ciudadanos en general. Su mayor derrota será haber dejado mal parado al presidente.

 

 

 

Por Jorge Núñez

Periodista nacido en Villahermosa, Tabasco. Ha sido reportero de los diarios Contacto y a. m. de León, Guanajuato, además de Tabasco Hoy y Milenio Tabasco. También estuvo como jefe de la oficina del diario Correo de Guanajuato en la ciudad de León. Fue jefe Información de Diario Presente. Ha cubierto campañas presidenciales y a la gubernatura. Desde hace doce años es autor de la columna CARTA ABIERTA, publicada en varios portales electrónicos Twitter: @jorgenunez63