CARTA ABIERTA
El lunes, al ofrecer su conferencia virtual de cada semana, el perredista Juan Manuel Fócil se vistió de nuevo con el traje de ácido crítico de la 4T en Tabasco. Su discurso ante los medios incluyó señalamientos al nuevo servicio de transporte público, la presencia de militares en las calles, pero sobre todo se centró en el caso del ‘helicóptero fantasma’ de Arturo Núñez.
Ni siquiera se centró en la polémica por la reforma electoral de AMLO. En cambio, calificó como “chivos expiatorios” a los tres exfuncionarios del Instituto de Protección Civil que la Fiscalía estatal ha detenido como presuntos responsables de la compra fraudulenta de ese famoso helicóptero.
La decisión del senador de marcar ahora distancias con el sexenio de Arturo Núñez al expresar que esa nave fue comprada por la Secretaría de Seguridad Pública, a cuyo frente estuvieron en diferentes periodos Sergio Martínez Luis, Miguel Ángel Matamoros y Jorge Aguirre Carbajal, está muy lejos de la actitud complaciente, casi cómplice, que a lo largo de todo el sexenio tuvo con el entonces mandatario de su propio partido.
La dificultad de Juan Manuel Fócil radica en apartarse de los muchos errores cometidos por el pasado gobierno de su partido, y mantener al mismo tiempo una línea de dureza contra el morenista Carlos Manuel Merino.
Al hacer estos verdaderos ejercicios de equilibrismo queda exhibido como un demócrata caricaturesco, que en su día calló ante los despropósitos de Núñez Jiménez pero que ahora apuesta por un perfil crítico, pensando sólo en endulzar los oídos de los electores en la previa a 2024.
Si ahora dice que los tres capturados por la compra simulada del helicóptero, en 2016, podrían ser inocentes, ¿por qué no alzó la voz en ese momento? ¿Por qué no habló entonces de la sospechosa quema de las unidades del Transbús, del dron comprado en doce millones de pesos que sirve para maldita la cosa, de los asesinatos de varios líderes sindicales y periodistas, de la cesión de ranchos a particulares por parte de Pedro Jiménez León, del préstamo ilegal a la UGR, de la cacería política y judicial contra Andrés Granier, de los actos de corrupción de varios funcionarios, de la falta de pago a los burócratas en el final del sexenio?
En realidad, Fócil todavía está tratando de descifrar a quién se quiere parecer para ganar la candidatura de la oposición a la gubernatura. El senador dirige a un PRD cuyo único liderazgo es el suyo, con el que juega en función de la coyuntura política. Lo cierto es que en su casi complicidad con el gobierno de Arturo Núñez —que le cuesta reconocer públicamente—, el legislador que se le tiró a los pies a Adán Augusto en la visita de este al Senado, necesita nutrirse de la crítica a la gestión de Merino. Para reivindicarse. Aunque eso le lleve a defender discursos contradictorios de un demócrata de caricatura que, por desgracia para los ciudadanos, se perfila como el abanderado a la gubernatura por la coalción PRI-PAN-PRD.
: LA RÚBRICA
De buena fe, varios le habían hecho una observación a la ‘diputada fifí’: no por mucho aparecer en las redes sociales, no por mucho estar brincando en los escenarios nacionales, se logra el apoyo de los ciudadanos de a pie. El comentario viene a cuento porque diversas encuestas la sitúan en los últimos lugares como aspirante opositora a la candidatura gubernamental. La razón es que su discurso retórico, su imagen burguesa, su obsesión por repetir aquí el efecto Tik Tok de Samuel García en Nuevo León, la han apartado de la realidad de Tabasco. Es, eso sí, una mujer inteligente; pero que ha equivocado su estrategia… El portavoz del Gobierno de Tabasco, Juan Carlos Castillejos, informó que el gobernador Carlos Manuel Merino dará su Segundo Informe, el 13 de noviembre, ante el Congreso Local. Luego de la lectura del documento, habrá preguntas de los legisladores y las respectivas respuestas mandatario. Vendrá el presidente Obrador, el secretario de Gobernación, Adán Augusto, gobernadores y exmandatarios de Tabasco. Será un acto donde habrá señales importantes en lo político-electoral.