CÁBALA
De acuerdo a la historiadora especializada en las celebraciones del día de muertos Elsa Malvido, fue en 1935 cuando el general Lázaro Cárdenas del Río se rodeó de un círculo de intelectuales como Frida Kahlo, Diego Rivera, Octavio Paz y José Clemente Orozco, para reencausar la fiesta del 1 y 2 de noviembre en México.
En medio de la resistencia religiosa por las políticas del general, Cárdenas ideó minar el poder de la Iglesia católica, dando un toque nacionalista a la conmemoración otorgándole -con el apoyo de los grandes de la época-, raíces prehispánicas y alejándola de los cultos religiosos.
Nace pues paralelo a la celebración la imagen de las catrinas, desplazando la celebración “santa” por el culto a la »muerte» en obviedad haciendo el festejo más laico y alejándola de los templos.
La acción de los intelectuales en política ha sido determinante desde el México revolucionario, post revolucionario, el movimiento del 68, la revolución zapatista y hasta los 43 de Ayotzinapa, por mencionar el impacto social e intelectual en la memoria colectiva de los mexicanos.
Del tamaño de los gobiernos es pues el tamaño de sus intelectuales o viceversa.
El contexto permite comentar en este espacio el “escándalo” más de reclamo, que moral, que un grupo de intelectuales chocoslovacos invitados al Festival Ceiba, realizaron durante la presentación musical del ensamble Mal’Akh «Animalik xxx» en el Planetario Tabasco 2000 durante esta fiesta cultural.
La animación tres equis en cuestión, si bien circuló en redes sociales por la iniciativa de los presentes, orilló al ICT emitir un comunicado para “desmentir” que no hubo menores de edad en su exhibición. De acuerdo al comunicado, la selección de cortos de animación fue publicada en la página web oficial del festival.
En un Tabasco considerado liberal, pero con más del 85 por ciento de población conservadora, el reclamo por la difusión de este ensamble caricaturizado, abrió el debate no tanto por la calificación del evento, pero si evaluando el trabajo del Instituto en los que muchos intelectuales tabasqueños consideran el sexenio perdido en materia de cultura.
En Tabasco hay quienes consideran el gobierno de Enrique González Pedrero como la “época de oro” de la cultura en el trópico.
Llama la atención desde luego, que después de un largo tramo de ausencia cultural originada por la pandemia por la Covid-19, se esperaba el resurgimiento de este tipo de actividades en las que Tabasco ha trascendido no solo nacional, sino internacionalmente.
La pobre inauguración del Festival Ceiba, la nula difusión a sus actividades, la poca presencia en los eventos proyectados, entre muchas onservaciones más, permite de paso colocar al ICT como una de las dependencias donde se presume – impulsada por intelectuales tabasqueños- ajustes a partir del cuarto informe de gobierno.
La ruta del 2024 también pasa por una visión de Transformación cultural, más allá de lo meramente administrativo.
Con ensambles o sin ellos.
KYBALIÓN.- La iglesia católica reinició la pugna política- religiosa con el presidente Andrés Manuel López Obrador, llevando al púlpito el orar contra los malos gobernantes. Después de la matanza de Jesuitas en el norte del país, el clero ha insistido en criticar la política de seguridad, reclamando que los abrazos no alcanzan para cubrir los balazos.
A esto se suma la inconformidad de los grupos evangélicos por la política legislativa que reformó en los 32 estados del país, la ley en favor del matrimonio igualitario.
La 4T entró en una encrucijada religiosa en estos dos frentes combatida solo desde las mañaneras en palacio nacional.
Clero católico y evangélicos ya están en la agenda presidencial rumbo al 2024. Algo que las “corcholatas” no deben perder de vista.