El TioVivo
fernando.valdesleyva@hotmail.com
@Fer_valdesleyva
Es cierto, el domingo en varias ciudades del país marcharon empresarios, profesionales, militantes de partidos políticos, comerciantes, empleados, clase media y algunos miembros de cámaras, colegios y órganos del sector privado, así como sectores productivos y organizaciones sociales. Alguien diría que “el pueblo no marchó”. Pero nadie le puede regatear a los miles que caminaron, su derecho a hacerlo y la legitimidad de su movimiento.
El mosaico, es decir, la pluralidad con la que está integrada la sociedad en nuestro país, no permite que solamente algún sector se arrogue para sí el derecho de representar el sentir popular. Todos, ricos y pobres, clase media y popular, profesionales y obreros, chairos y fifís (para usar términos de moda) son pueblo, son México y tiene el inalienable derecho a manifestarse.
Partiendo de esa base, los motivos de quienes marcharon tampoco pueden descalificarse con argumentos banales y viscerales, como se ha pretendido hacer. No querer ver una realidad expuesta con la manifestación de defensa al INE podría ser un error muy grave para quienes se encargan de interpretar a la sociedad mexicana.
Sin negar que al sistema democrático en México le harían bien ajustes, la consigna de que el INE no se toca, debe ser analizada a fondo por quienes tienen la responsabilidad de legislar en la materia. La propuesta de reforma electoral del ejecutivo, tal cual, no va a pasar. Eso es evidente, pero nadie debe cerrarse a la necesidad de analizar y perfeccionar nuestra democracia.
La polarización del país está hoy en día mucho más marcada que cuando inició el sexenio y con una sociedad dividida es muy difícil, por no decir imposible, construir un mejor país. Vale la pena aplicar la clásica frase del presidente cuando alude a quienes lo cuestionan: “Hay que serenarse”, esa una condición necesaria para poder dialogar con seriedad y abrirse a la posibilidad de que del otro lado también puede haber razón.
La discusión no debe ser el INE, que es de todos, la reforma debe ser en las leyes que rigen las elecciones y el fortalecimiento de la autonomía de quienes organizan, realizan y califican los procesos electorales. Sí a una reforma, pero sí también a la defensa del INE. Si queremos perfeccionar nuestro sistema democrático tenemos que pensar en avanzar, jamás en retroceder a esquemas ya superados. Como decían, es por el bien de todos…
Antes de bajarnos del caballito…
Quizá el que más perdió en la marcha fue el dirigente priista Alejandro Moreno, la presencia de Alito fue rechazada por quienes marcharon. Ojalá no se desquite aliándose con el oficialismo y de nueva cuenta traicione a quienes aún creen en el PRI.