CARTA ABIERTA
Si el deslinde de Andrés Manuel de su hermano ‘Pepín’ se apega a la verdad, Javier May y su corriente política se han dado un balazo en el pie. De paso, han dejado mal parada a Claudia Sheinbaum, en el entendido de que ella estaría detrás de los varios misiles lanzados al gobernador Carlos Merino y a Adán Augusto.
Ya se había dicho, pero pocos lo creyeron: José Ramiro López Obrador quiere espantar ‘con el petate’ del muerto a los morenistas tabasqueños. Les quiere hacer creer que trae línea del presidente para que el director de Fonatur sea, sí o sí, el candidato y posterior gobernador de Tabasco.
Sin embargo, AMLO ha ‘pintado su raya’. Aunque un poco tarde, ha hecho lo que muchos morenistas le pedían desde un buen rato: ponerle un alto al ‘Grupo May’, a Javier y a ‘Pepín’, en su estrategia para sacar adelante su proyecto político en el Edén.
La conferencia matutina ha servido para que López Obrador se pronuncie sobre ese tema que ha metido mucho ruido a la gestión de Merino, a la aspiración presidencial de Adán y al morenismo tabasqueño en general. Frente a las reiteradas críticas de José Ramiro, Obrador ha afirmado que ni su hermano, ni ningún familiar, lo representa.
Si bien el mandatario pidió “armonía y respeto” entre los aspirantes de Morena a la Presidencia, afirmó, con dedicatoria aunque sin decir nombres, que sólo los ‘achichincles’ se dedican a afectar a sus adversarios políticos.
Lo dijo así: “Quiero mucho a mi hermano (…) Mi hermano puede opinar, pero no me representa. Ningún familiar me representa y no son los modos, hay que buscar que haya armonía”.
AMLO fue cuestionado así luego de que José Ramiro se lanzara por quinta vez, desde Tabasco, contra el secretario de Gobernación. No fue cosa menor. Lo acusó de querer ‘engatusar’ a la gente. Esta vez, Pepín dijo: “No es que estemos en contra de este paisano que quiere ser presidente. Pero, imagínense ustedes, si no pudo con el estado, ¿cómo va a poder con el país?”.
Pero el exalcalde de Macuspana, a quien se le reprobó su cuenta pública, también ha lanzado municiones contra el gobernador Carlos Merino. En varias ocasiones ha externado que en Tabasco no ha iniciado la Cuarta Transformación, esto a pesar de que Morena gobierna 14 de los 17 municipios, tiene mayoría en el Congreso local y es gobierno en el estado. Según su lógica, la 4T “comenzará en la entidad hasta el 2024, cuando Javier May Rodríguez sea gobernador”.
No todo ha quedado ahí. Este expediente político se ha enredado en una telaraña de especulaciones porque ´Pepín’ ha reiterado su apoyo a Sheinbaum, a quien se refirió como “una mujer que viene de la lucha”. A su vez, la jefa de Gobierno ha enviado varios guiños de apoyo.
El más visible fue cuando se inconformó por el despido de varios funcionarios estatales que antes le habían externado su respaldo. En ese entonces pidió “respetar la democracia en Morena”. Días después, Merino, afín a Adán Augusto, le respondería que él jamás ha intervenido en los asuntos internos del Gobierno de la Ciudad de México.
Este drama tipo Televisa ha llevado a los simpatizantes del huésped de Bucareli a especular con la idea de que Sheinbaum estaría detrás de las embestidas contra Adán y Merino. Más, cuando la jefa de Gobierno se ha solidarizado con Layda Sansores luego de los dardos envenenados hacia el senador Ricardo Monreal. En la llamada marcha por la defensa del INE, la aspirante presidencial dio una muestra más de lo que es capaz al usar varios métodos de disuasión a fin de bajar la asistencia ciudadana al evento.
Por ahora, el deslinde de Andrés Manuel de su hermano Pepín deja muy mal parado a Javier May, ya que este respalda los señalamientos contra Adán y Merino. También debilita la posición de Sheinbaum, como posible instigadora de un plan para debilitar a quien es su principal adversario por la candidatura presidencial.
Si la distancia familiar marcada por el presidente se apega a la verdad, es otra palada de tierra a las aspiraciones del director de Fonatur. Y quién sabe si también a las de Sheinbaum.