LA AGENDA EN RED
El preciso día en que la jefa de gobierno del capital del país, Claudia Sheinbaum, entregaba la reparada y modernizada línea 12 del metro de la esta ciudad, después del lamentable accidente que causó la vida de 26 personas por el colapso en esa noche del 3 de mayo del año pasado, en el paso elevado entre las estaciones de Olivos y Tezonco. En forma casual, ese mismo día, se suscitaron dos accidentes en forma consecutiva en diversas partes de la línea del metro.
La jefa de gobierno solicitó por tal razón el apoyo de la Guardia Nacional para vigilar sus instalaciones y evitar que pudieran darse más “incidentes” como los ocurridos ese día de la entrega de este servicio en ese paso elevado. Por ello los comentarios, criticas, análisis, de muchos inundaron las redes sociales y los llamados medios de comunicación “tradicionales” opinaron al respecto.
Coincidencias, opinan algunos que después del destape de las llamadas “corcholatas”, con rumbo a la sucesión presidencial por parte del partido de Morena, se desataron de manera simultánea una serie de ataques de unos y otros, pero más evidentes los dirigidos a la puntera de las encuestas. La Jefa de Gobierno.
La razón de que exista al interior de ese partido una supuesta lucha fratricida es inconcebible. El pensar que por el intento de “tronar” a una aspirante desde adentro se realice esta operación, no tiene lógica. Que se trate de apostar que le cueste al gobierno daños y vidas a una población inocente es un total absurdo. No creemos que, dentro de esa organización política, ni del propio gobierno, se peguen un tiro en el pie a como se dice coloquialmente. Sería un suicidio político y electoral con daños cuantiosos e irreparables.
Considero que desde adentro no lo es, no es por ahí la línea que se intenta convencer y a como se quiere vender esta idea, y todo con el fin de debilitar a una aspirante que puede, según encuesta, la mas fuerte hasta hoy.
Esto viene de afuera. A líneas dignas de saber quien o quienes puedan hacerlo. La cuestión es analizar una sola y pudiera darse en el descontento que existe al interior de esta organización sindical de este servicio vial.
Para nadie es secreto que la lucha de parte de estos trabajadores ha sido de acusar al gobierno de la CDMX y a su líder sindical por las tragedias en el Metro por fallas presupuestales y de tener gente qué, según su opinión, no está preparados para dirigirlos. Ejemplo expuesto es lo suscitado el pasado 7 de enero en un accidente de choque de trenes en la Línea 3 del Sistema de Transporte Colectivo Metro (tramo La Raza – Potrero), dejó un saldo de una joven de 18 años fallecida y más de 100 usuarios heridos.
Trabajadores acusan a su dirigente Fernando Espino como culpable; un líder sindical quien lleva al menos 42 años al frente de esa red de movilidad. Por lo general desde el pasado sabemos que los liderazgos de esa larga temporalidad llegan a ser dañinos y hasta “vendidos” al sistema que los cobija por conveniencia.
A pesar de que el sindicato del Metro anunció como posible causa del choque entre el par de trenes, el “pilotaje automático, señalización y sistemas de comunicación”, el grupo de colaboradores opinó que uno de los principales problemas es que el túnel estaba totalmente oscuro. “No había lámparas para iluminar el tramo”, además de que la falta de mantenimiento era de suma importancia.
Los trabajadores denunciaron que cada uno de los trenes, sus servicios no se le ha hecho a pesar de que llevan 4 años sin dárselo. Para ellos el presupuesto destinado a esta red de transporte no llega, pues no se han comprado refacciones, ni herramientas en mucho tiempo y prueba de ello son los accidentes frecuentes.
Al respecto, declararon que en el caso de las puertas no debería pasar porque se trata de un supuesto dispositivo de seguridad, pero el dispositivo que señala que la puerta se abre o cierra en el tablero no funciona o tiene fallo.
“Entonces, se supone que se revisan o se tienen que cambiar y no lo hacen”…
Esto es al interior de este servicio. No hay más que decir. No es necesario ahondar más. Urge entonces una mayor capacidad, experiencia y conocimiento de quienes son los encargados del Metro. También la recomposición sindical y sus trabajadores. Mayor servicio, menos grilla podría ser la formula. Además, un mayor presupuesto, mínimo como el que se proporcionaba en el 2018. También que se comprenda que este servicio tiene más de 52 años de darse. Hay razones para fallas, sin lugar a duda.