CARTA ABIERTA
Una vez concluidas las negociaciones de la Alianza Va por México, que en principio dan mano al PRI en el Edomex y Coahuila y al PAN en las presidenciales de 2024, la batalla interna aliancista llegará pronto al proceso electoral de Tabasco.
Será interesante saber cuáles son las instrucciones que los dirigentes locales partidistas de la oposición reciben de sus líderes nacionales. En caso de que se tome como patrón el reciente acuerdo nacional, habrá mucha materia para las negociaciones entre el priista Dagoberto Lara y Juan Manuel Fócil, porque este último es quien en realidad manda en el PRD.
En principio, se trata de dos realidades distintas, porque mientras el PAN es la primera fuerza política opositora en el país, en Tabasco es inexistente. Por el contrario, en tanto el Sol Azteca languidece en lo nacional, en el Edén es la segunda fuerza política, con el tricolor en el tercer sitio.
A la hora de medir los prospectos a la candidatura de gobierno, en el PRD sólo destaca el senador Juan Manuel Fócil. Pero en el Revolucionario Institucional hay más cuadros conocidos por los ciudadanos: Pedro Gutiérrez, Soraya Pérez, Fabián Granier, el propio Dagoberto Lara y hasta el polémico Erubiel Alonso.
Bajo este principio, las duras negociaciones serán entre el PRD y el PRI, dejando al PAN como una fuerza testimonial. Por lo que han dicho gentes cercanas a Fócil, este declinará la candidatura al gobierno, aceptando que será casi imposible ganarle a Morena. Así, le dejará este espacio al tricolor, lo cual da un matiz interesante al esperar que un priista sea la cabeza de la coalición.
En este entendido, el verdadero interés de los partidos aliancistas será la postulación de los candidatos a alcaldes y diputados federales y locales. La confianza radica en arrebatarle dos o tres alcaldías al partido guinda y más diputaciones de las que ahora se tienen en el Congreso local (cinco el PRD y tres el PRI). Desde luego, las pluris se disputarán como si fuera agua en el desierto.
Si bien, en última instancia, las decisiones se tomarán en las dirigencias nacionales, la información que les llegue por parte de sus líderes en Tabasco será clave en ese sentido. Dagoberto y Fócil tendrán mucho que negociar en los próximos meses, empezando por hacerlo de forma honesta, sin golpes bajo la mesa. Aquí es donde la credibilidad está de parte del dirigente priista, ya que en los diálogos por la alianza de 2021 quien rompió los avances fue el senador perredista.
En el PRI hay gente muy experimentada en estos asuntos, como lo revelan los nombres de un Freddy Chablé Torrano, un Andrés Granier, una Gina Trujillo o un Félix Sarracino, quienes, posiblemente, tengan algo que opinar al respecto. Por otro lado, parece que Fócil sólo escucha al diablillo que posa sobre su hombro izquierdo: se llama Manuel y se apellida Andrade.
: LA RÚBRICA
El gobernador Merino asegura que su Gobierno seguirá en 2023 con la política de “austeridad republicana” y el fortalecimiento de las finanzas públicas. Habla de “la asignación eficiente de los recursos, con orden, racionalidad y disciplina presupuestaria”. El Paquete Económico 2023 prevé un gasto de 62 mil 275 millones de pesos, 6 mil 320 millones más que en 2022; es decir, 11.3 por ciento. En palabras del mandatario, el presupuesto será orientado mayormente a salud, asistencia social, educación, seguridad pública y el campo. Además, se impulsará la infraestructura en carreteras, calles, puentes, agua potable y alcantarillado en todos los municipios. Merino pide a las dependencias estatales una política de “ahorro y buen consumo”, en el uso de combustible, energía eléctrica e insumos. Además, se estudian ajustes en horarios laborales para ahorrar aún más. De esta forma, la administración tabasqueña sigue al pie de la letra la política de “austeridad franciscana” del presidente del país.