La Agenda en Red
En estos últimos tiempos hemos observado en redes sociales todo el golpeteo entre las llamadas “corcholatas” aspirantes a la presidencia del país.
Podemos ver que entre los seguidores de cada “corcholata” cada vez crecen más y más los insultos, las difamaciones. La ‘guerra sucia’ está a la orden del día.
La intención de cada grupo es supuestamente ganar la confianza del presidente López Obrador, así como la de ganar la supuesta encuesta al interior de este partido; encuesta que nadie cree, incluso dentro del partido morenista.
Por lo pronto, hay un total descontrol por parte de las “corcholatas” en el manejo de imágenes y de espectaculares en todo el país.
Cada uno de ellos, con excepción de Marcelo Ebrard, se ha movido en los estados con supuestos argumentos para tener presencia de acuerdo a su quehacer político y administrativo.
Sobran los argumentos, por qué no decirlo, pero todos ellos saben perfectamente que están irrespetando la ley electoral.
Y como hay un gran descontrol en el INE mientras se espera el vencimiento de la gestión de varios consejeros, pues afuera los ratones hacen su fiesta en ausencia del gato.
Lo que es grave, y no se está considerando en la presidencia de Morena, es la descomposición de la unidad que debería imperar y que se está erosionando, sin que nadie lo impida.
Los partidarios de los aspirantes, llámense como se llamen, son los precursores directos de esta descomposición interna; total, lo único que les importa es quedar bien con su “trabajo” ante su candidato a ganar la presidencia.
Morena y Mario Delgado deben tener cuidado con lo que están fomentando y descuidando a la vez.
Posiblemente la confianza que se tiene para ganar el 2024 sea tanta que pueden correr riesgos el día de la elección. Me refiero a lo que pueda darse en el país el día de la elección federal en que habrá también comicios estatales.
Puede ser un efecto de espiral que pondría riesgo por las divisiones en los estados al tener favoritos para ganar la presidencia. Con ello se rompería la unidad partidista dándole paso a una oposición que día a día va creciendo.
¿Mario Delgado seguirá de dirigente o será removido?
Ahí queda esta interrogante para los expertos… hasta la próxima opinión, amigos.