CARTA ABIERTA
El reciente ‘destape’ del secretario de Cultura, Ramiro Chávez Goicoechea, muestra hasta qué punto la sucesión gubernamental es ya una auténtica pachanga. Como pocas veces, el relevo en la jefatura del estado se ha devaluado, al extremo de que cualquier ‘hijo de vecino’ se cree con derecho a tomar esa delicada responsabilidad.
En los actuales tiempos de la 4T, la nominación del candidato morenista, partido que marcha arriba en las encuestas, ha perdido la seriedad del caso. Así lo confirman las aperturas, sin el menor rubor, de Marcos Rosendo Medina Filigrana, Ariel Cetina Bertruy, Óscar Cantón, el empresario Gerardo Sánchez Zumaya, Mónica Fernández Balboa, Mario Llergo, Daniel Casasús Ruz y hasta un Jaime Lastra Bastar.
Aunque ni uno de estos cuenta con la mínima posibilidad, han buscado subirse al tren de los de a deveras, como son los casos de Rosalinda López, Yolanda Osuna, Raúl Ojeda, Javier May, Octavio Romero Oropeza y Manuel Rodríguez González.
Como una mera figura decorativa, la dirigente de Morena en Tabasco, Tey Mollinedo, ha sido incapaz de secundar al gobernador Carlos Merino en el llamado a no distraerse en futurismos políticos y centrarse en sus respectivas gestiones públicas. De esta forma, la teapaneca está dejando correr las aguas, porque la causa le es ajena en su manejo y sólo le queda protocolizar los acuerdos finales.
Pero hay algo curioso en esta sucesión tabasqueña desvalorizada: al existir tantos aspirantes, se quita mucha presión al proceso interno. El caso pierde seriedad, se difuminan las fortalezas de los precandidatos más sólidos y con ello se pulveriza el riesgo de poner todos los huevos en una sola canasta. Es decir, la epidemia de encartados da más peso y autoridad a quienes habrán de tomar la decisión final.
Pero es que también parece haber la intención de extender a propósito el número de opciones para que al final el mayor número de aspirantes cierre filas en torno al elegido. Es el mismo rito priista del ‘tapado’ que durante décadas dominó desde las más altas esferas del poder: súmense todos los que puedan, para allanar el camino al favorito.
Sin embargo, más allá de que alguien esté meciendo o no la cuna en la dirección de hacer brotar suspirantes por todos lados, lo cierto es que los numerosos ‘destapes’ han restado seriedad al proceso. Resalta la actitud irresponsable de algunos funcionarios, como el caso de Ramiro Chávez Goicoechea. Justo cuando el gobernador está exigiendo cumplir con sus funciones, el titular de Cultura, muy alegremente, se ha sumado a la lista. Y la pregunta de los ciudadanos ha sido: ¿con qué méritos, señor secretario?
: LA RÚBRICA
El secretario de Gobierno, Guillermo del Rivero León, entregó al Congreso dos propuestas para modificar las leyes de Gobierno Digital y Firma Electrónica, y General de Tránsito y Vialidad. Resaltó el apoyo y la coordinación con el Poder Legislativo para modernizar el marco jurídico estatal, de acuerdo a las instrucciones del gobernador Carlos Manuel Merino. La primera iniciativa reforma la Ley de Gobierno Digital y Firma Electrónica para el Estado de Tabasco y sus Municipios, a fin de que la Secretaría de Administración, a cargo de Carlos Iñiguez, emita constancias digitales. La segunda propuesta modifica la Ley General de Tránsito y Vialidad, para la emisión de licencias de conducir y multas de manera digital. Fue el presidente de la Junta de Coordinación Política, Jaime Lastra, quien recibió el documento, con una sonrisa de oreja a oreja… El diputado morenista Jesús Selván García está en la mira de la Fiscalía, luego de que el secretario de Gobierno lo señalara por firmar de “recibido” ese helicóptero ‘fantasma’ que costó 65 millones de pesos al erario. En ese entonces, Selván era director general de administración de la Sernapam, dependencia dirigida por el nuñista Ricardo Fitz Mendoza. El afín a Javier May vive uno de sus momentos más bajos, si se le suma el cambio obligado de curul en el Congreso luego de que su compañera de bancada, Rita Gálvez Bonora, lo denunciara ante el IEPCT por violencia de género.