Tiempo de política

 

En el sentido literal, estricto, para los ocho de los 11 consejeros de la Suprema Corte de Justicia de la nación, la «ley sí fue la ley» y la aplicaron para declarar inconstitucional transferir el mando de la Guardia Nacional de la Secretaría de Seguridad a la Secretaría de la Defensa Nacional.

Sin embargo, los ministros omitieron la razón de origen de la creación de la Guardia Nacional y la colaboración en tareas de seguridad de las fuerzas armadas hasta el año 2028.

Es decir, se ignoró reconocer el grado de violencia común, de delincuencia de cuello blanco y del crimen organizado, producto del contubernio de las dependencias de Seguridad como la Policía federal, la Agencia Federal de Investigación y otras fallidas de los gobiernos priistas y panistas.

Está práctica de complicidad se ejerció durante los sexenios de los presidentes Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña, como quedó demostrado con la condena del ex secretario de Seguridad Génaro García Luna.

Más allá de los evidentes motivos político-eletoreros y en consecuencia mezquinos a los intereses nacionales de los diputados y senadores de la oposición que se opusieron a la transferencia y luego la impugnaron, vale atender algunos de los argumentos legales, lógicos, expuestos por el magistrado Arturo Salvidar para defender la permanencia del control de la Guardia Nacional por la Sedena:

–“El hecho de que las Secretarías de Defensa y Marina intervengan en funciones de control y operación de la GN tampoco militariza ni hace que pierda su naturaleza civil, pues se trata de secretarías de Estado civiles, cuyos titulares son secretarios del despacho de la administración pública centralizada, cuyo jefe es el Presidente de la República”.

 

–“De acuerdo con la jurisprudencia de la Corte Interamericana, la naturaleza civil o militar de una institución se define por sus objetivos y su entrenamiento. Cabe concluir que el hecho de que el personal militar o de marina colabore con la Guardia Nacional e incluso lleve a cabo funciones de control, no desnaturaliza por sí misma su carácter civil”.

 

La argumentación de Arturo Saldivar fue secundada por la ministro Yasmín Esquivel, quien recordó que el diseño de la propia Guardia Nacional se realizó bajo la dirección de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSPC) y no del mando militar.

 

Como medida inmediata el presidente instruyó a la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, mantener en el mando al general retirado David Córdova Campos por su buen desempeño y que las Secretarías de Defensa y Marina continuarán brindando respaldo a las tareas de protección de los mexicanos.

Anunció que el 1 de septiembre de 2024 presentará ante la siguiente legislatura del Congreso de la Union – que espera sea afin a la 4T- una nueva reforma constitucional para que la Guardia Nacional dependa de la SEDENA.

TIEMPO FUERA.- En México está la mitad de las 10 ciudades más inseguras del mundo y será en las urnas en el 2024 donde se decidirá la protección ciudadana a 130 millones de mexicanos. Fue un mal cálculo, una mala apuesta de la oposición politizar nuestra seguridad, porque fueron sus gobiernos los que llevaron al país a este clima de violencia y delincuencia. Morena agradece desde ya esta bandera electoral gratuita.