CARTA ABIERTA
Roberto Madrazo sigue apareciendo en el espacio que Emmanuel Sibilla le regala a menudo en el portal electrónico de la XEVT para atacar a López Obrador y a la 4T en general. El asunto sería hasta plausible en términos de pluralidad informativa, si no fuera porque el exgobernador fue uno de los políticos más autoritarios, excluyentes y opacos en el manejo de los dineros públicos de Tabasco.
Si bien al inicio del sexenio buscó tender puentes de comunicación con AMLO, usando a Telerreportaje como mensajero, este lo desdeñó olímpicamente, cortando de tajo el rumor de que su hijo Federico Madrazo se sumaría al naciente gabinete estatal de Adán Augusto.
La idea tenía mucho de lógica, por la alianza que el PVEM tejió con Morena por medio del senador Manuel Velasco, exgobernador de Chiapas. Como se recuerda, ‘Pico’ Madrazo fue dirigente y diputado local del partido Verde, teniendo al mismo tiempo una gran cercanía con el esposo de Anahí y usando como mandadero a Miguel Vélez, quien a la postre tomaría su lugar en la presidencia del partido. En ese proyecto de fortalecerse en el PVEM, renunciando al PRI, Roberto apoyó mucho a su hijo.
Como la idea de ‘venderle espejitos’ a Obrador no les fructificó, Roberto y su hijo ‘Pico’ no sólo se exiliaron de Tabasco; se convirtieron en los principales financiadores de Latinus, el medio electrónico que con Carlos Loret de Mola ha sido una piedra en el zapato para el presidente y su llamada Cuarta Transformación.
El precedente histórico viene a cuentas porque Roberto Madrazo se ha convertido en uno de los más fuertes detractores de su paisano. Recién dijo que el Plan ‘C’ de Morena será abusar del poder para «concentrar más poder».
Luego de que Adán Augusto criticara a la Corte por invalidar la primera parte del Plan ‘B’ en materia electoral, el hijo del ‘Ciclón’ aseguró que las corcholatas «desvían recursos públicos y burlan la ley electoral para hacer propaganda ilegal, hacer conciertos, repartir apoyos, pintar bardas y organizar actos anticipados de campaña… y así, obtener una mayoría calificada en las próximas elecciones que les permita reformar el Poder Judicial».
Frente a estas acusaciones, el secretario de Gobierno, Guillermo del Rivero, le recordó los señalamientos cuando fue candidato presidencial del PRI. Roberto Madrazo, dijo, cree que todos son de su condición. Es recordado como el mapache electoral que enterró a su partido como candidato presidencial. En consonancia con lo anterior, el morenista Raúl Ojeda le dijo a su viejo rival: «¿Tú te atreves a hablar de desvíos de recursos, Roberto? ¿Es en serio?».
Lo cierto es que don Roberto se ha quedado en el limbo de la política. En el PRI lo rechazan porque los traicionó para entronizar a su hijo Federico en el PVEM. Y como López Obrador los ‘bateó’, padre e hijo quedaron huérfanos, a la deriva, sin partido que los cobije con seriedad. Por eso es que en el tricolor tabasqueño nadie los escucha.
En el pasado fue una voz influyente en la política, pero ahora ha perdido credibilidad y respeto. De ahí que ese espacio dispensado con generosidad por Emmanuel Sibilla en la XEVT le resulte a Roberto Madrazo oro molido para seguir atacando a López Obrador y a la cuatroté. Lo dicho: nadie sabe para quién trabaja.
: LA RÚBRICA
En estos tiempos en que cualquier hijo de vecino aspira a estar en las boletas, surge el caso de Alberto Gular Solórzano, el dirigente de la CNOP en Tabasco. Dice que va por la candidatura del partido a la alcaldía de Centro, pero habría que preguntarse sobre los merecimientos que le acompañan; y ya no se diga de evaluar su capacidad política. Delante de él, con muchos más merecimientos, están Andrés Granier y su propio hijo Fabián. Y con las prisas, hasta podría hablarse de un Pedro Gutiérrez o un Pancho Lastra. La ocurrencia de Gular abona al cotilleo político, pero carece de la mínima cordura ante los priistas y ante la ciudadanía en general.