El Comején…T
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Don Choco Milo estaba que ni el sol lo calentaba y eso que andamos en la tercera ola de calor, debido a que escuchó en ‘las noticias’ que doña Olivia Martínez, candidata a diputada en Coahuila, dijo que los chocos vivimos en la pobreza, porque nos acostamos en la hamaca a comer frutas, mientras allá son trabajadores.
‘Ya voy a invitá a Doña Esa a que venga un día a mi jacal, pa´ que vea que me levanto a las cinco de la mañana a chambeá mi parcela, si hago un espacio pa´ mi tentempié, pero de ahí pa´l real hasta las seis de la tarde; a ve si ella me va esperá, con mi caldo de gallina y mi chorote; desde la entrada le voy a gritá ¡Olivia, guíndame la hamaca y pásame el chontal que la calor me mata!, como decía don Pepe’, expresó molesto don Choco.
Agregó el de 77 años, que si los chocos estuviéramos todo el día en la hamaca, Javier May estaría durmiendo en un vagón en vez de apurarse a terminar el Tren Maya.
‘No me imagino a Raúl Ojeda y a Manuel Andrade haciendo las paces mientras se hamaquean al ritmo de: y que suene el riquirriqui; o al Químico Granier poniendo su demanda contra Arturo Núñez, acostado en una hamaca al igual que el agente del MP’, añadió riéndose y mostrando sus escasos dientes.
¡Ya perece que los diputaos locales Jaime Lastra, Emilio Contreras y los demás, en vez de curul, va a está legislando en hamacas!; o los federales Oscar Cantón, Mario Llergo, Marcos Rosendo y Manuel Rodríguez, recorriendo el estao en hamacas- precisó, mientras soltaba un gargajo que las gallinas se apuraron a consumir.
‘¿Magínate que Ariel Cetina atendiera en hamaca los destinos de la UPCH o que don Luis Romeo Gurría, pagara en Finanzas desde una fina dormilona?; tal vez su loquera se debió a que un día el Pejidente dijo que Jadán Agusto pusiera su hamaca en gobernación, puej le esparaba una chinga’, analizó el hombre con ojos de paisaje (en una vista tiene cataratas y en la otra, nubes).
Por cierto- comentó- Pepín se pronunció por Claudia, Pío por Marcelo, falta otro hermano del Pejidente que lo haga por Jadán Agusto, digo, pa´ que ten parejas las corcholatas.
‘En fin que la defecó Doña Esa, más que el tipo que se zurró en la laguna El Jícaro’, concluyó con gran carcajada, mientras se acostaba en su hamaca pa´ disfrutar un coco, un plátano y un mango.