CARTA ABIERTA 

Lo dicho por la catedrática de la UJAT, Crystiam Estrada, ante los micrófonos de Telerreportaje debe llevar a una profunda investigación del rector Guillermo Narváez Osorio. Exculpado de cualquier responsabilidad en los hechos, lo cierto es que Narváez ha buscado siempre erradicar las malas prácticas de sus funcionarios. No sólo por ser reprobables ética y moralmente, sino porque denuestan la imagen de la Universidad… y de su propia gestión.

Hay cuatro factores importantes a considerar en el caso citado: 1) la denuncia pública ha sido expuesta por una abierta simpatizante de la 4T, antigua excolaboradora de Andrés Manuel López Obrador, 2) la quejosa trabajó durante cuatro años en la Comisión de Radio y Televisión de Tabasco, CORAT, siempre con buenos resultados ante su jefe, José del Carmen Chablé, 3) la entrevista se dio en un medio cercano a la 4T, como lo es Telerreportaje de la XEVT, propiedad de los hermanos Sibilla Oropesa y 4), la denunciante ha defendido la honorabilidad del rector Guillermo Narváez y el prestigio de la UJAT, por lo que se descarta un posible ataque encubierto de los opositores, los conservadores, los ‘fifís’, la Mafia del Poder, o cualquier otra cosa que quiera inventarse.

La abogada puso dos demandas en 2020 por la vía civil y penal contra varios docentes de la UJAT y un alumno “por daño moral y hostigamiento”. Ellos buscaron desprestigiarla públicamente al culparla de tener vínculos con grupos delictivos, a pesar de que, desde 2008, la SCJN resolvió que ella y su familia eran inocentes de tales infundios.

Ella asegura que el director de Comunicación y Relaciones Públicas de la UJAT, Juan José Padilla Herrera, está detrás del estudiante y de los maestros difamadores. Por otra parte, la también periodista criticó que a pesar de estar cuatro años en el cargo, el director jurídico de la UJAT, Rodolfo Campos Montejo, no ha creado la Defensoría de los Derechos Universitarios, algo que la legislación vigente ordena y que es un gran pendiente.

Contra lo que podría pensarse, la abogada no busca una indemnización económica ni el cese de sus hostigadores; sólo desea una disculpa pública. Y esto es algo que, a la luz de los hechos, parece justo. Porque cae también en la tipificación de violencia de género. Por lo pronto, la Fiscalía General del Estado, a cargo de Nicolás Bautista Ovando, sigue revisando el expediente, en espera de deslindar responsabilidades.

De acuerdo a lo dicho por Crystiam Estrada, en la estructura de la UJAT hay funcionarios que han abusado de la confianza de Guillermo Narváez. Unos, comportándose como una mafia, creando conflictos donde no los hay. Otros, ‘nadando de a muertitos’, dejando en el atraso la legislación universitaria con algo tan común en otras instituciones del país como es la defensoría de los derechos universitarios.

Parece ser momento para que el rector muestre esa firmeza que se le conoce en tiempos de crisis. Porque el prestigio de la UJAT no puede ser rehén de malos servidores. Su propia credibilidad ante la comunidad está en riesgo, como también su reelección.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por Jorge Núñez

Periodista nacido en Villahermosa, Tabasco. Ha sido reportero de los diarios Contacto y a. m. de León, Guanajuato, además de Tabasco Hoy y Milenio Tabasco. También estuvo como jefe de la oficina del diario Correo de Guanajuato en la ciudad de León. Fue jefe Información de Diario Presente. Ha cubierto campañas presidenciales y a la gubernatura. Desde hace doce años es autor de la columna CARTA ABIERTA, publicada en varios portales electrónicos Twitter: @jorgenunez63