CARTA ABIERTA
La irrupción de Xóchitl Gálvez como la virtual candidata presidencial de la oposición, ha descuadrado el escenario para que Claudia Sheinbaum sea la ‘corcholata’ de Morena. Aunque parezca forzado pensarlo así, lo cierto es que el nuevo tablero relanza la aspiración de Adán Augusto.
La explicación del ‘fenómeno Xóchitl’ radica en ser el antídoto para la llamada candidata favorita. Morena suponía que tendría que enfrentar a un hombre como rival del Frente Amplio por México, en la persona de un Santiago Creel, un Mauricio Vila o un Enrique de la Madrid.
El presidente López Obrador estaba ‘sobándose las manos’, seguro de que la exjefa de Gobierno contaba con los atributos para vencer al ‘macho’ de los ‘conservadores’. Por seis razones: 1) que la abanderada fuera mujer, 2) garantizar lealtad a su proyecto, 3) presentarse como un hito histórico al ser la primera mujer presidente, 4) contrastar su feminismo en todos los aspectos, 5) dar una imagen de una especie de vulnerabilidad ante el machismo de la sociedad mexicana y, 6) repetir el discurso que tanto éxito le dio a él en 2018.
Cuando todo parecía estar listo para poner a Claudia frente al ‘macho’ opositor, de pronto surge la mujer indígena que proviene de una familia humilde de Hidalgo, presumiendo sus raíces y hablando un lenguaje coloquial identificado con muchos.
¿Por qué Xóchitl es el antídoto de Sheinbaum?: 1) tiene raíces autóctonas, un factor que cautiva a grandes sectores de la población mexicana, 2) a excepción de Claudia, quien realizó una investigación doctoral en el Lawrence Berkeley National Laboratory de la Universidad de California, la hidalguense hizo todos sus estudios en escuelas públicas del país, 3) su nombre es de inicio una ventaja electoral, Xóchitl, contra el apellido Sheinbaum, 4) ahora resulta que la ‘fifí’ sería la exjefa de Gobierno, y Gálvez Ruiz aparecería como la carta del llamado pueblo bueno marginado, 5) la apariencia en el vestir: una con ropas de marca y otra a menudo con un simple huipil mexicano, y 6) mientras una ha perfilado su carrera en el academismo de investigación circunscrito a un círculo muy cerrado, la otra ha ocupado diversos cargos relacionados directamente con la atención a los pueblos indígenas.
Desde la óptica de la mercadotecnia político-electoral, resulta que Xóchitl resulta un ‘producto’ más atractivo que Sheinbaum. Esta es la preocupación que ha surgido en Palacio Nacional, sabiendo que para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo. Y en este caso, parece que Morena está repensando los riesgos de medir a Sheinbaum con esa mujer indígena que ha irrumpido en una fiesta a la que no estaba invitada.
Es aquí donde López Obrador estaría evaluando dar un giro al escenario previsto. Por qué, entonces, no estructurar un plan alterno con Adán Augusto. Surgido de provincia, recién estrenado en el plano nacional cuando estuvo como secretario de Gobernación, el paisano podría darle la vuelta a Xóchitl.
Adán es un rostro nuevo en el contexto nacional, carece de antecedentes de corrupción, garantiza los ‘no zigzagueos’ en el proyecto de la 4T, tiene la apariencia de ser un hombre tranquilo, leal sin dudas con el presidente, y, por qué no decirlo, viene de la cultura del esfuerzo.
En estos terrenos es donde ahora mismo se mueve la postulación de la ‘corcholata’ presidencial de Morena. Por eso es que la senadora hidalguense ha trastocado el traje que parecía hecho a la medida de Sheinbaum. Y es ahí donde Adán podría entrar como ese abanderado que AMLO necesita para enterrar una sorpresa adversa en 2024.
: LA RÚBRICA
Hay personajes que nunca cambian, por más que les quemen el pico. Es el caso de Juan José Rodríguez Prats, asistente al acto que Xóchilt Gálvez encabezó el sábado en la sede estatal del PAN. Se portó groseramente con algunos medios de información que le dieron cobertura al evento. Y eso que se cree que será el candidato a la gubernatura por ese partido… El gobernador Carlos Manuel Merino pasó lista de presente en la congregación masiva del zócalo para conmemorar los cinco años del triunfo presidencial de López Obrador. Ahí estuvo también el secretario de Gobierno, Guillermo del Rivero, y los dirigentes de Morena en Tabasco: Tey Mollinedo y Raúl Ojeda.