CARTA ABIERTA
Tienen razón todos los que exigen que la captura de Jorge Priego Solís no tenga un móvil político. Así lo ha expuesto el propio gobernador Merino. Lo que no tiene nombre es que Juan Manuel Fócil, amo y señor del PRD, mida con doble rasero. Porque cuando su amo Arturo Núñez torció la ley, como en la captura ilegal de Andrés Granier y los cuatro inculpados de Duda Razonable, no dijo ni pío. Y esto es caer en la hipocresía pública, es tomar a los ciudadanos por tontos.
Al respecto ha hablado con la prensa el mandatario Carlos Manuel Merino, desmintiendo que la detención del expresidente del Tribunal Superior de Justicia sea una venganza política. Asegura que es un tema del ámbito de la independencia del poder Judicial y de la Fiscalía, no del Ejecutivo. Por lo tanto, se mostró respetuoso de los procedimientos aplicados por las autoridades competentes. Ha explicado que Priego Solís tiene derecho a una defensa como todo presunto inculpado, por lo que no se pueden hacer juicios a priori.
Acerca de lo dicho por el PRD en razón de que Jorge Priego es un chivo expiatorio como resultado de una venganza política, Merino Campos también respondió. El PRD como partido político, expuso, puede opinar lo que crea conveniente: “Como Ejecutivo no tenemos nada que ver, lo quiero dejar muy claro; nuestra conciencia está muy tranquila, no tenemos por qué andar haciendo esas cosas, seguramente ‘cree el león que todos son de su condición’, seguramente en otro tiempo lo hacían, ahora no”.
Acerca de si hay conexión con lo expresado por el diputado morenista Emilio Contreras, quien en la tribuna del Congreso local criticó a la Fiscalía por no actuar con rapidez a pesar de las observaciones millonarias en la gestión de Priego, Merino mencionó que esto tendrán que informarlo las instancias legales y judiciales.
En primer lugar, queda clara la postura del gobernador en cuanto a ser ajeno a la detención de Priego Solís, remitiendo la acción a los ámbitos del Poder Judicial, presidido por Enrique Priego Oropeza, y la Fiscalía General, bajo el mando de Nicolás Bautista Ovando. Además, claro está, resalta el desmentido de un móvil político.
En otro aspecto, sorprende el cinismo de los jerarcas del PRD: el dirigente Javier Cabrera Sandoval y el senador Juan Manuel Fócil. Si bien puede entenderse su “preocupación” porque el caso de Priego no sea una ‘cacería de brujas’, la pregunta radica en saber por qué no actuaron con la misma vehemencia cuando el entonces gobernador Arturo Núñez usó la ley para venganzas personales o para encarcelar a inocentes.
Porque ni Fócil ni Cabrera padecen amnesia senil como para olvidar la persecución política contra el exgobernador priista Andrés Granier. Cinco años y ocho meses pasaron para que el Químico fuera excarcelado libre de todos los cargos, estableciendo el juez la fabricación de pruebas y otra larga serie de violaciones legales.
Y casi cuatro años pasaron en prisión los tres hombres acusados falsamente de secuestro, en lo que todo el país conoce como el caso de Duda razonable. Los ministros de la Suprema Corte resolvieron no sólo la violación de los derechos humanos, sino la práctica de una serie de delitos que llevaron a inventar un caso a fin de llevarlos a prisión. De no ser por la exhibición de una película en Netflix, los acusados seguirían purgando esa pena de cincuenta años a que fueron condenados.
¿Y qué tienen en común estos dos aberrantes episodios? Pues la participación del entonces presidente del Poder Judicial, Jorge Priego Solís, y el exfiscal Fernando Valenzuela Pernas, a quienes la Corte ordenó llevar a juicio como resultado de sus ilegalidades en el expediente de Duda razonable.
¿Y qué dijeron acerca de esto Javier Cabrera, dueño de varias cantinas y otra serie de ‘negocios’ de este tipo en Jalpa de Méndez, y el ‘Señor de los moches? Nada. Callados como momias, avalaron, y lo siguen haciendo, la vieja Mafia del Poder en el sexenio del perredista Arturo Núñez Jiménez. Midiendo con raseros diferentes, pretenden ahora erigirse en defensores de la legalidad, cuando en su momento avalaron las tropelías de su partido en el poder.
Si bien le asiste la razón al gobernador Merino al pedir no hacer juicios a priori sobre la culpabilidad o no de Priego Solís, el traje de hermanitas de la caridad no les queda ni a Cabrera ni a Fócil. Pura fantochada, puro atole con el dedo.
: LA RÚBRICA
Créalo o no. Empiezan a aparecer encuestas con un claro repunte de Adán Augusto en la carrera por la elección del candidato presidencial morenista. En algunas, incluso superando a Claudia Sheinbaum, que nomás no conecta con el llamado pueblo bueno. Ahí va el paisano remontando, logrando lo que para sus adversarios políticos parecía un chiste. Lo dicho: Adán se les va a meter por en medio.