CARTA ABIERTA 

Vaya brete en que el director del IMSS, Zoé Robledo, ha metido a dos aspirantes de Morena a la gubernatura: Javier May y Octavio Romero Oropeza. El asunto es relevante en la sucesión de Tabasco. Porque AMLO ha reconocido con efusividad la lealtad del funcionario que ha preferido terminar su responsabilidad, aunque con ello sacrifique su aspiración de ser mandatario de Chiapas.

 

El tema ya lo había adelantado, ayer lunes, el columnista nacional Rodulfo Reyes en su Primera Mano Exprés que generó muchas reacciones en redes sociales. Y es que es así. Zoé Robledo ha dado un ejemplo de congruencia y dignidad en el servicio público que muy pocas veces se ve a estas alturas del partido. Eso de dejar pasar la gubernatura de su estado a cambio de cumplirle a López Obrador es digno de aplaudirse.

 

AMLO afirmó durante la conferencia de prensa matutina que Robledo Aburto manifestó que quería dejar completamente establecido el sistema IMSS-Previsión. La reacción del habitante de Palacio Nacional no pudo ser más elocuente, dejando el mensaje para quienes quieran entenderlo: “Me dio un gusto enorme y esto lo van a entender los chiapanecos. (…) Le agradezco a Zoé Robledo; él me dijo que no quiere abandonar el proyecto del Seguro, y en particular quiere terminar cumpliendo el compromiso de dejar establecido el sistema del IMSS-Bienestar, garantizar el derecho del pueblo a la salud”.

 

Y continuó el presidente: “Le di un abrazo, porque uno tiene que saber en dónde es más útil en un proceso de transformación. Y no se lucha por cargos, se lucha por principios, por ideales, por encargos. Me dio muchísimo gusto, es un gran servidor público”. El tabasqueño le dijo a Zoé Robledo que dado que él ha estado a cargo del proyecto IMSS-Sistema de Bienestar desde el principio, que alguien más se hiciera cargo sería un desafío para toda la transición.

 

Y no está de más seguir con la declaración textual del presidente: “Imagínense para mí buscar a quien lo sustituya, pero ya iniciado el proceso, ya con poco tiempo, por muy bueno que sea el sustituto, tiene que llegar a enterarse de cosas, aunque sea del mismo sector”.

 

Este es el simbolismo que, en teoría, debió llegar ya a los oídos del responsable del Tren Maya y del director de Pemex, ambos líderes de un grupo político interno que busca la gubernatura de Tabasco. Mientras Javier May anunció ya su dimisión para septiembre, en Pemex continúan los rumores, un día sí y otro también, de la salida de Octavio Romero para venirse a habitar la Quinta Grijalva.

 

Sin embargo, a la luz del episodio de Zoé Robledo, su situación podría dar un vuelco, sabiendo que los compromisos asumidos ante el presidente valen más que cualquier proyecto personal. Como un animal político nato, las palabras de AMLO al referirse a la permanencia del director del IMSS no fueron casuales.

 

Ahora, el balón está en la cancha de estos dos miembros de una misma facción política en Morena, antagónica, por cierto, a la encabezada por Adán Augusto. El Tren Maya es una obra titánica del Gobierno del presidente López Obrador. Lo mismo puede decirse de Pemex, una empresa pública metida en uno y mil problemas sin resolver.

 

Quién sabe, quizá en unos días el presidente podría dar esta declaración: “Me dio un gusto enorme y esto lo van a entender los tabasqueños. (…) Les agradezco a Javier May y a Octavio Romero; ellos me dijeron que no quieren abandonar el Tren Maya y Pemex, que quieren terminar cumpliendo el compromiso de dejar todo terminado y en orden. Les di un abrazo, porque uno tiene que saber en dónde es más útil en un proceso de transformación. Y no se lucha por cargos, se lucha por principios, por ideales, por encargos. Me dio muchísimo gusto, ambos son grandes servidores públicos”.

 

AMLO quizá indicaría que May ha estado a cargo del proyecto Tren Maya casi desde el principio, y que alguien más se hiciera cargo sería un desafío para toda la transición. Y luego remataría: “Imagínense para mí buscar a quienes los sustituyan, porque ya iniciado el proceso, ya con poco tiempo, por muy bueno que sean los sustitutos, tienen que llegar a enterarse de cosas, aunque sean del mismo sector”.

 

Ahí queda el simbolismo de la declinación de Zoé. Los supuestamente avezados en las grandes ligas de la política no tendrían dudas sobre lo que el presidente necesita de sus funcionarios clave, más cuando se trata de entregar buenas cuentas al país en un año electoral como el 24. ¿Quién tendrá los tamaños para seguir el ejemplo del director del IMSS?

 

 

 

 

 

 

Por Jorge Núñez

Periodista nacido en Villahermosa, Tabasco. Ha sido reportero de los diarios Contacto y a. m. de León, Guanajuato, además de Tabasco Hoy y Milenio Tabasco. También estuvo como jefe de la oficina del diario Correo de Guanajuato en la ciudad de León. Fue jefe Información de Diario Presente. Ha cubierto campañas presidenciales y a la gubernatura. Desde hace doce años es autor de la columna CARTA ABIERTA, publicada en varios portales electrónicos Twitter: @jorgenunez63