El Comején…T en Carta Abierta
Debido a que estamos en la antesala de saber el nombre del coordinador o coordinadora de los comités de defensa de la Cuarta Transformación en Tabasco, luego de la próxima encuesta que realizará Morena, la militancia se pregunta: ¿Le entregará un bastón de mando el Capi Merino, así como lo hizo el Pejidente con Claudia Sheibaum?
¿Quién será el afortunado o afortunada que lo recibirá? ¿Yolanda Osuna, Mónica Fernández, Rosalinda López, Raúl Ojeda, Javier May, Oscar Cantón, Marcos Rosendo, Manuel Rodríguez, Mario Llergo, Caliche Iñiguez, Fernando Mayans o Evaristo Hernández?
Bueno, primero vamos a ver quiénes pasarán a la siguiente ronda: dos mujeres y dos hombres, que a decir de los mismos aspirantes, son muy pocos espacios, que limitan sus aspiraciones, aunque una dama y Javier May, ya están cinchos debido a que cuentan con el respaldo de los Consejeros, que son los que determinarán quienes serán los encuestados.
Pero imaginando que pudiera haber una entrega de bastón de mando, aunque no recordamos si a Adán Augusto le dieron uno los Pueblos Originarios de Tabasco y a su vez se lo pasó a su sustituto el Capitán Merino, el de ahora pudiera ser:
Uno de Jahuacte, porque la transición pinta para ser muy espinosa, aunque si es de chiquiyul, al final tendrá su recompensa, y ya ‘despinado’ pondrá transformarlo en la construcción de nuestra casa llamada Tabasco.
Pudiera ser de coa o garabato pa´ apartar montazales, echar machete y así poder abrir brecha rumbo a la transformación en Tabasco.
De guayaba sería más resistente, porque se van a armar los guayabazos con quienes queden fuera de la contienda.
También de palanca para tender ropa, pues ya sin el Peje en la presidencia, necesitará de una buena palanca con la Sheinbaum, además de que varios aspirantes quedarán tendidos.
O de los que usan para asar los Pejelagartos en el corredor turístico de Nacajuca, en honor al Pejidente.
Pero como no estamos acostumbrados al bastón de mando, me comenta el Dr. Luis Federico Maldonado, que en su lugar podría hacerse la transición con una pelota de pozol.
Bueno, hasta acompañado con un dulce de oreja de mico, en honor a ‘los orejas que siempre han existido en los gobiernos’.