Tiempo de Política
Muchas lecciones dejó la visita a Tabasco de la próxima presidenta de México, Claudia Sheimbaum, con consecuencias de pronóstico reservado.
Ambos eventos, el abierto, pero copado por los mayistas en Plaza de Armas y el cerrado también mayoriteado por el mismo grupo que fue reprimido por el adancismo, fueron oportunidad para cobrar facturas.
El problema es que sus líderes evidenciaron revanchismo comprensible pero innecesario e impertinente ante quien encabezó ambos encuentros por la paz y la unidad fallidas.
Se vio obligada a intervenir la futura sucesora del primer presidente tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, para acallar la desbordada demostración de confrontación, muy lejana de la cacareada unidad.
Esa carente institucionalidad partidista pone en entredicho una futura campaña presidencial acompañada de todas fuerzas morenistas estatales que corren el riesgo de dispersarse en objetivos particulares distritales y municipales.
La evidente irreductible confrontación entre adancistas y mayistas pone en serio riesgo en Tabasco al objetivo de votar el próximo año como en el 2018 por un «6 de 6».
La presidencia y la gubernatura están aseguradas, pero no las diputaciones federales para recuperar la mayoría calificada o por lo menos no perder la mayoría simple que sería catastrófico para la Presidencia de Sheimbaum Pardo.
Es aquí donde el inquilino de Palacio Nacional analizará lo que más le conviene al movimiento de la Cuarta Transformación, para alcanzar el mayor número de votos posible.
Son nueve gubernaturas y cinco deberán tener candidatas mujeres.
De los cuatro estados y la Ciudad de México con mayor padrón electoral, solo Veracruz con Rocío Nalhe tiene a una mujer a la cabeza de las preferencias electorales.
La CDMX, Jalisco, Puebla, Guanajuato y Chiapas son hombres los punteros.
Quedan Morelos, Tabasco y Yucatán donde las cuentas electorales frías indicarían por lo menos dos candidatas mujeres.
En el caso de Tabasco para acabar de tajo con la insuperable división morenista, dos mujeres están listas por tal encomienda: la alcaldesa con licencia Yolanda Osuna Huerta y la senadora Mónica Fernández Balboa.
Y aquí es donde entran los tres famosos criterios:
La votación del Consejo Político Estatal, la encuesta de reconocimiento con mayor peso Electoral y la valoración del perfil por la comisión Nacional de Elecciones, que seguramente atenderá la amable recomendación de Palacio Nacional.
Son los dos últimos criterios que favorecen a la legisladora Teapaneca, actual presidenta de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales del Senado de la República.
Con cargos estatales Yolanda Osuna es superada por Mónica Fernández que ya fue presidenta de la Mesa Directiva del Senado.
Cinco años en las grandes ligas de la política nacional, le han permitido foguearse al más alto nivel y haber cultivado importantes relaciones politico-administrativas que serán determinantes en su eventual gubernatura.
Fernández Balboa brilla con luz propia, goza de la confianza política del presidente y se pronunció siempre a favor de la futura presidenta de México
Tiempo fuera.- La grosera confrontación morenista en Tabasco es real, pero tiene solución de la mano firme de una luchadora que se abrió camino en el escenario nacional: Mónica Fernández Balboa